. Diecisiete .

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Mirándolo desde abajo con los ojos anegados en lágrimas, Baekhyun empujó su cabeza hasta que sus labios tocaron el nacimiento del escaso vello púbico en la ingle de Chanyeol. Gimoteó contra esa carne caliente, sintiéndose muy lleno. La imagen desde el suelo era gloriosa. Las piernas fornidas, el torso marcado con tinta y sudor, y el rostro deformado en una mueca placentera de su amante.

Su mano derecha estaba apoyada cerca de la base del miembro, y la otra la tenía envuelta en su propio pene, acariciándose al mismo ritmo que chupaba.

Chanyeol se retorció en un potente gruñido; con su diestra presionó la cabeza de Baekhyun, obligándolo a tomarlo hasta lo imposible. Los vio a través del espejo: la tierna figura de Baekhyun, sus movimientos y lo bien que sorbía su miembro. No pudo evitar sonreír, incluso cuando sintió los dientes ajenos repasar con cuidado el largo, presionando las venas.

—Eres tan lindo, muñequito —elogió, acariciándole el pelo—. Lo estás haciendo bien. Ugh.

Baekhyun sacó el miembro de su boca bajo un sonido chicloso y obsceno, se lamió los labios húmedos de presemen, y le habló:

—Me gusta mucho tu polla, Teniente.

Conteniendo una carcajada, Chanyeol le apretó el pelo en la base de la nuca. Una bonita curva se formó en la espalda de Baekhyun.

—¿Teniente? Pequeña perra, ¿ahora vas a mostrar respeto? —escupió—. Oh, lo haces solo porque quieres mi polla, ¿no? Porque quieres que joda tu sucio coño.

Baekhyun chilló, pero volvió a ahogarse con la polla de Chanyeol. Él le estaba obligando a tomarla.

—Si tanto la quieres aquí está, chúpala —ordenó, follando la boca ajena con rapidez.

Baekhyun empezó a llorar, le gustaba tanto que Chanyeol lo usara así, que no lo tratara como una pieza de cristal. Él no iba a romperse, pero no le molestaría si así fuera, solo significaría el más placentero orgasmo de su vida.

Baekhyun se masturbó rápido, disfrutando del momento, pero no era suficiente. Gruñó con fastidio, entonces llevó su mano empapada de su humedad hacia su culo empinado. Metió dos dedos, pero como no fue suficiente, añadió un tercero.

—Mmgh.

Sí, era una puta en toda la extensión de la palabra, una a la que le gustaba tener sus dos agujeros llenos.

—Eso es, estira ese agujero para mí.

Tirando de la cabeza de Baekhyun, Chanyeol lo alejó de su miembro, riéndose cuando el jovencito soltó un quejido de disgusto.

—Sé que te gusta —le habló con dulzura mal disfrazada por su lujuria—, ya lo tendrás. ¿Quieres mi corrida?

Baekhyun asintió, relamiéndose los labios.

—¿Y la quieres en tus labios o prefieres que la ponga en tu culo?

Pero mientras Chanyeol le hacía la pregunta, la boca de Baekhyun se envolvió en la rojiza punta mojada, lamiéndola con sutileza. Le encantaba el sabor.

—Háblame, muñequito.

—Ambos, Teniente.

Chanyeol sonrió.

—Demasiado codicioso —murmuró—. Puedo hacerlo, puedo complacerte, pero ahora quiero saber dónde quieres que me corra primero.

—Aquí.

Baekhyun abrió la boca y sacó la lengua. Chanyeol se masturbó unos pocos segundos antes de inundar la garganta ajena con su corrida. Rugió con fiereza, apretando su agarre en el pelo ajeno. Largas tiras de semen salieron y todas fueron succionadas con hambre viva. No quedó gota alguna que no fuera tragada por Baekhyun, hasta dejar limpio el pene que, aunque habiéndose corrido, seguía duro.

DARK BLOOD: The Crown Assassin [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora