Capitulo V

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BEATRIZ MENDOZA
CAPÍTULO 5

2000

Pierre: —Estamos j0didos Hermes, el idiota de Daniel Valencia, le vendió sus acciones a los MENDOZA.
D. Hermes: —Era lógico, ustedes escatimaron demasiado en las negociaciones. Yo se los advertí.
Michel: —¿Pero cómo nos íbamos a imaginar que esa mujer, sería la heredera casi universal de Roberto Mendoza, y además la presidenta de Ecomoda?
Parrita: —Es que se suponía que don Daniel sería el presidente y ahí sí, teníamos todas las fichas.
Pierre: —¿Y a usted Parra, para qué le pago? ¿No se le ocurrió sobornar a nadie para que Valencia sea presidente?
Parrita: —Él único sobornable era Mario Calderón y resultó ser honesto. Ni modo que sobornara a las hermanas, que lo votaron, o a Armando Mendoza, que odia a Valencia, intenté con esa Camila Mendoza, pero apenas se lo insinué, me tiró el carro encima.
Michel: —Para peor, Ecomoda finalmente sacó lo de las franquicias.
D. Hermes: —Personalmente, les recomiendo que compren la de esta zona, si no la compran ustedes, las va a comprar otro, y ahí sí que van a tener competencia.
Michel: —Pues, ni modo.
Mientras los Doinnel, sangraban por la herida de no poder apoderarse de las acciones de Ecomoda, a la vez se tenían que preparar para comprar la franquicia.

🌷🌷🌷

Mientras tanto en Ecomoda, todo era una locura como siempre, a la peliteñida se le ocurrió insinuársele a Nicolás Mora, lo que no sabía era la tremenda sorpresa que se iba a llevar.
Ella se metió a su oficina a besuquearlo, luego entró Sandra, que lejos de enojarse, pensó que era una de las tantas fantasías sexuales que compartía con su marido.
Sandra: —¡Ay Niquito, mi amor!, cada día te esmeras más en conseguir cositas ricas para nuestra cama. —tocándole el trasero a la peliteñida.
Patricia: —¿Que está pasando aquí?
Nicolás: —Le advertí que yo no le era infiel a mi jirafita.
Patricia: —Sigo sin entender.
Nicolás: —digamos que si usted me quiere a mí, tiene que comprar el combo completo. Cómo en el supermercado.
Patricia: —¿Ustedes me están proponiendo un ménag3  à tro1s?
Sandra: —No seamos tan formales, cariñosamente le decimos trío.
Patricia: —Pero ustedes son unos depravados.
Sandra: —¡Ok querida!, la palabra mágica es NO. Si tú no aceptas la propuesta, no nos queda otra que resignarnos.
Todo parecía que terminaría ahí, que quedaría como un malentendido y que la peliteñida había comprendido la situación y que ese enredo, en parte, fue su responsabilidad, pero, en vez de tratar las cosas con discreción, o por lo menos, quejarse con Gutiérrez que era el jefe de personal, decidió hacer un escándalo.
Patricia: —DESGRACIADOS, DEPRAVADOS, COCHINOS, DEGENERADOS.
Patricia estaba haciendo un escándalo a los gritos, pero siempre hay uno que grita más.
Armando: —PATRICIA ”TONTA” FERNÁNDEZ, ¿SE PUEDE SABER QUE HACES A LOS GRITOS?
Patricia: —-¡Ay Armando! No me grites. —Haciendo drama, —es que Nicolás Mora y la jirafa son unos degenerados. Me propusieron un… un ménag3 à tro¹s?
Armando: —Pues, fíjate que sí, son unos degenerados, porque hay que tener estómago para hacer eso con usted, yo creí que con Hugo, ya había sido suficiente, —hace gesto de escalofríos —
Mientras todos en la planta ejecutiva se descostillaban de risa.
Patricia —¿Tú sabías que hacen esas cochinadas?
Armando: —Toda la empresa. Ni modo, se llevarán su sanción, porque usted va a poner una queja ¿No? Vamos a la oficina de Betty. Gutiérrez, usted viene con nosotros por ser jefe de personal. —Señalando a Nicolás y a Sandra—ustedes también.
Betty estaba furiosa, no entendía como el idiota de su amigo se metió en ese desmadre por una“ calentura”.
Betty: —Nicolás, Sandra, les advertí que no quería su desmadre en la empresa. ¿Gutiérrez, que sanción corresponde?
Gutiérrez: —Suspensión por una semana para los dos.
Betty: perfecto.
Armando: —Gutiérrez, quiero advertirle que no me voy a quedar sin secretaria, así que la señora Patricia Fernández, también será mi secretaria la semana que viene.
Patricia: —¿Cómo también?, ¿Eso significa que voy a ser secretaria tuya y de Mario al mismo tiempo? ¡Eso sí que no!, después de todo no fue tan grave, fue un malentendido, pero comprendan, me impresionaron.
Y así terminó este incidente. Todo Ecomoda sabía de las prácticas de estos dos locos. Se casaron jóvenes, enamorados y prístinos, luego del matrimonio decidieron que les faltaba mucho por vivir, pero en vez de separarse o ser infieles, descubrieron distintos caminos, ellos gustaban de tríos, como mínimo, y en todas sus variedades
Finalmente, se decidió que Michel Doinnel fuera el encargado de las negociaciones por las franquicias, y Betty decidió que los indicados para negociar por Ecomoda serían Armando y Daniel.
Por esos días, habían pactado una reunión en Le Noir. La negociación estaba candente, debido a que Betty puso cláusulas que podrían perjudicar a los Doinnel, por ejemplo, si los pagos no se hacían en tiempo y forma, automáticamente Ecomoda, se quedaría con parte de las acciones de la textil San José. Michel estaba renuente a aceptar esas cláusulas, pero a la vez no quería a Ecomoda como competidor directo.
Michel: —Ustedes saben perfectamente que estas cláusulas son abusivas, esto es casi una extorsión.
Daniel: —Mi querido amigo, esto es el mundo de los negocios, y usted debe saber que, el que no arriesga no gana.
Michel: —Pero esto es inaceptable, o arriesgo el patrimonio de mi familia o los tengo de competencia.
Armando: —Nuestros productos son de excelente calidad, nuestra marca es conocida a nivel nacional e internacional, no tiene nada que perder, es ganar o ganar.
Michel: —Me temo señor Mendoza que usted es demasiado optimista.
Armando : —Lo soy, y estoy orgulloso de serlo.
Siguieron gran parte de la velada, analizando cláusulas y contra propuestas. La negociación estaba muy complicada y se había empantanado, era necesaria una nueva reunión, además Michel ya no se sentía capaz para seguir negociando, tanto así, que decidió poner al frente en la próxima reunión a su mejor hombre, a don Hermes Pinzón, él era la persona indicada, y estaba de acuerdo en que se lleve a cabo el negocio, pero totalmente en contra de las cláusulas.
Armando decidió lo propio con Betty, en definitiva ella había decidido poner esas cláusulas, además que negociando, ella era la mejor.
Sin saberlo, ellos decidieron lo que iba a ocurrir en breve, padre e hija se enfrentarían en una negociación empresarial, las reuniones se llevarían a cabo en Cartagena, lugar al que Betty siempre se negó a volver.
Mientras se discutían estos puntos, Michel le seguía recriminando lo abusivo que le parecía ese contrato.
Michel: —Definitivamente, ustedes nacieron para ser empresarios, quieren ganar todas, la quieren todas para ustedes.
Daniel: —Así es el mundo empresarial. Esto no es igual que ser profesor universitario, ¿No?.
Armando: —¿Usted fue profesor universitario?
Michel: —Sí, de hecho en la universidad de Cartagena.

Definitivamente, el círculo se iba cerrando. No faltaba mucho para que Armando ate cabos y se dé cuenta de la verdadera identidad de su esposa.

CONTINUARÁ…

Continuidad de “Mi PEQUEÑA ESPERANZA ”
HISTORIA DE ALEJANDRA GOMEZ Y chesita_su_merced.(CARO_LINA)
EDICIÓN DE MarcelaQuinteros8.
PORTADA DE ALEJANDRA GOMEZ.

Beatriz MendozaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora