V Capítulo 5: Pelea

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La pelea había iniciado, todos estaban emocionados otros muy asustados, Rachel seguía inconsciente, no mostraba signos vitales, hice todo lo posible para que despertará de su borrachera, pero ninguna señal. Mientras Stefano y Leonel con los dos viles, salieron a la calle para poder iniciar la pelea. El local era de dos pisos. Por lo tanto afuera se escuchaban gritos de furia, insultos, perros ladrando, otros apostando quien era el mejor.

—  Ven a mí, hijo de perra, a ver si eres un hombre, yo con mi amigo te sacaremos sangre —  dijo con una mirada frustrante y retadora. Expuso Renato.

Ya veremos. Un verdadero hombre no se metería con las mujeres, ni la tocaría, a una mujer se la respeta — Dijo con una mirada seria y retadora hacia su oponente. Expuso Stefano.

Inicio la pelea, los gritos desgarradores, mis compañeros diciendo: "Vamos, vamos, hazle mierda a ese hijos de puta" esas palabras muy despreciables y rústicas. Yo escuchaba atentamente, hasta que todo se puso en silencio, me estaba preocupando, salí a la ventana para poder ver la escena escalofriante, me lleve la sorpresa que Stefano y Leonel estaban tirados en el suelo, los dos con sangre en la cabeza, inconscientes, por lo contrario Renato y Freddy estaban muy cansados pero con una sonrisa en el rostro, cantaron victoria. Estaba muy nerviosa, mi cuerpo no reaccionaba, mis ojos llorosos, tenía miedo que Renato suba y me secuestré o me abuse. Renato volteo la mirada hacía dónde me encontraba, me dijo unas palabras amenazantes, con una sonrisa en su rostro.

— ¡Esto pasa cuando alguien se mete conmigo, nunca te involucres con nosotros, no sabes lo que somos capaces de hacer para protegerlas. Nunca me retes, escuchaste Jesusa! — Renato me gritó, me miró horriblemente.

Me estaba cuestionando, ¿Qué puedo hacer?, ¿Intervengo? No, no, haz algo Jesusa, tú puedes sal, afronta a ese canalla de mierda. Salí y agarré el cuerpo de Stefano, trate de despertarlo, pero ningún resultado. Sin embargo, los dos me miraban, Renato estaba muy posesivo. Siento como Renato viene hacía mi persona y me jala con toda su fuerza para que estuviera a su lado. Un auto color negro se estacionó frente al local, unos señores encapuchados salieron y se fueron contra mí, me ponieron un trapo en la nariz, me desvanecí. Desperté en un lugar sombrío, apenas entraba la luz, me encontraba en una silla amarrada de manos a pies, ¿ Qué sucedió? ¿No recuerdo nada?, ¿Dónde estoy? Esas determinaciones me acechaban. La puerta de la habitación oscura se abre y me lleve la sorpresa que mis más mínimo secuestrador era Renato, me tenía como su prisionera, pero él no sabía con quien se había metido, mis padres pronto estarán para mí rescate.

—  Ya despertaste, me alegro — lo dijo con una sonrisa en el rostro.

— ¿Qué estoy bien? Es en serio, no estoy bien, estoy muy asustada, me tienes aquí cautivada, te parece que me siento bien, más bien, ¿dónde está Rachel? — Me cuestionaba.

— Rachel está con Freddy, ahorita estarán 100 kilómetros lejos de aquí — lo dijo sarcásticamente.

— Te parece gracioso ¿lo qué haces? ¡Responde! — Lo mire fríamente con mi tono más subido, mis ojos rojos de ira.

— Sí me parece gracioso, me gusta verte sufrir, me encanta verte en este estado, que me supliques para dejarte libre, pero jamás te dejaré nuevamente, porque eres mía y de nadie más. Por si acaso, si no lo sabías, tus dos amigos, están en un contenedor de basura, nadie buscará en ese ámbito, ya que están en medio de una pista.

— No, lo que dices son puras mentiras, no te creo nada, eres un mocoso todavía, no puedo tolerar que digas esa estupidez, no te creo, estás inventando. —  Mis dientes chocaron contra el piso de mi lengua, mis ojos llenos de lágrimas, mi temperatura corporal aumentaba, el sonido de mi corazón bombeaba con fuerza, mis manos sudosas, no creía sus palabras, sentía que me engañaba.

LAS MEJORES AMIGAS ENVUELTAS EN UN DILEMA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora