𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦 𝐆𝐢𝐫𝐥 𝐄𝐯𝐢𝐥 | 𝐒𝐢𝐡𝐭𝐫𝐢𝐜 𝐊𝐣𝐚𝐫𝐭𝐚𝐧𝐬𝐬𝐨𝐧

i. "Discreet glances"

Los dias pasaron y en ellos pasaron muchas cosas. A Circe no le gustaban mucho las miradas juzgadoras de los sajones a ella y su hermano, sin embargo Aksel se mezclaba mejor. Los ciudadanos decían que Circe era una bruja que los vino a maldecir por desgracia, la chica no tenía poderes.

Habían recuperado el tiempo perdido con Uhtred, pasando la noche tomando cerveza y comiendo a base de risas y anécdotas. Circe durmio abrazando la espalda de Uhtred y Aksel se desperto en el suelo sin saber como llego a aquella tienda.

El dia anterior ingreso un grupo de daneses con la palabra de que querían unirse al ejercito. Circe no le podía importar menos lo que hacían, a ella solo le importaba matar a Kjartan. Se mantuvo alejada de ellos de igual forma, no le interesa formar vinculos con extraños.

Grata fue su sorpresa al ver que aquel grupo intento matar a Uhtred y dejando a solo un hombre vivo. Parecía de la edad de Circe y aunque mostrara que no tenía miedo, ella podía decir que si. Cruzaron alguna que otra mirada mientras se movían de lugar, ella odiaba matar daneses, a quienes eran su pueblo, asi que deseaba que Uhtred no lo matara.

—¿Por que lo miras tanto?

Se sintió sofocada por la pregunta de su hermano. Lo miro con la boca ligeramente abierta y las mejillas, aunque no quisiera, sonrojadas.

—¡No lo hago!

—Si lo haces, es atractivo.

Circe levanto las cejas al escucharlo, Aksel nunca demostró que le atrajeran los hombres. Al no oír mas que silencio, Aksel la miro sacudiendo la cabeza mientras intentaba negarse.

—¡No quise decir eso!—La empujo con el brazo, ganandose una risa escandalosa, llamando la atencion de mas de uno—Quise decir que es atractivo para ti, es tu tipo de hombre.

Si hermana lo miro confundida—No tengo un tipo de hombre.

—Oh lo haces.

—Es un prisionero Aksel, no deberías decir eso.

Aksel rodo los ojos—Prisionero o no, sigue siendo danes, hará lo que sea para sobrevivir. Ciertamente sería un buen guerrero para el ejercito

Circe lo miro como si le hubieran nacido dos cabezas, su hermano se levanto y se fue con Uhtred, como si no hubieran discutido nada. Había que ser honestos, el desconocido le parecía bastante atractivo pero si atentó contra la vida de Uhtred, tenía que olvidarse de eso.

Estaban instalados en el bosque armando las tiendas de dormir, la noche reinaba y Circe estaba cansada pero le tocaba hacer la guardia. Con un pedazo de pan y agua, se sento en un tronco cortado, el danes estaba atado a una carreta a poco pasos de ella. Podía sentir su mirada, la estaba poniendo nerviosa que la mirara tan fijamente.

—¿Deseas algo?

El chico se quedo quieto al sentirse atrapado. Para el, Circe era demasiado intimidante y sin embargo no podía apartar la mirada de ella.

—¿Qu-

—No me dejas de mirar, te pregunto ¿Que deseas?

El danes parpadeo aun sentado a su lado. En realidad el no hablaba seguido con mujeres si no era necesario y la danesa parecía que lo iba a matar si decía una palabra errónea. Era demasiado introvertido para seguirle una conversación a una mujer.

—Quiero hablar con Lord Uhtred, quiero servirle.

Circe se quedó en silencio, debatiendo en su mente que debía decirle. Si el chico decía la verdad y Uhtred estaba con la voluntad de dejarlo entrar, lo iba a hacer. Le agradaría tener un danes mas en el equipo.