Nuevos romances

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Pasaron los días y yo no podía estar más feliz, la coronación de mi hermano estaba muy cerca y yo tenía pensando estrenar un vestido hermoso, de color azul.

Decidí ir a la clase de los chicos con el Hada Madrina para ver si se estaban adaptando, conocerlos un poco más y saber cómo era su vida en la isla.

Quería ser amiga de ellos, quería que se sintieran queridos. Yo sabía que la vida en la isla era muy opaca y diferente a lo que nosotros vivimos, claro que no se iban a sentir muy bien tan rápido, pero yo estaba dispuesta a que ellos se sientan cómodos.

- Permiso, ¿se puede pasar? - Dije tímida y ví entrar a Jane, la hija del Hada Madrina, así que entre
- Chicos, ella es mi hija, Jane - Presento el Hada
- Mamá, no, no es importante. - Dijo Jane tímida

Atrás entraba yo, con una propuesta

- Cristal, ¿que haces aquí? ¿No deberías estar ayudando a tu hermano? - Pregunto el Hada Madrina
- Si, debería. Pero hay algo más importante, hacer que ellos se sientan bienvenidos. - Queria que estubieran bien
- Cris, ¿dónde está tu hermano? Es que Audrey me pidió que lo busque para algo, dijo que era importante - Me habló Jane susurrando
- Creo que está en la oficina o en el lago, seguramente - Dije sin dar mucha importancia
- Chicos, quiero invitarlos luego de clases a venir al bosque de las flores rojas, quiero conocerlos más y quizás ser amigos, no es obligatorio, solo quiero hablar con ustedes - Propuse nerviosa y ellos aceptaron sin dudarlo mucho
- Claro, me encantaria ir! - Me dijo Carlos feliz
- Seguro, allá nos vemos - Me dijo Evie, muy simpática
Mal y Jay no habían hablado, supuse que ellos no querían ir, asi que me fui
- Evie, Carlos, los espero allí y Mal, Jay, si cambian de opinión, el lugar está abierto cuando quieran, adiós - Termine y me fui a la oficina de Ben para terminar de ayudarlo

Terminaron su clase y yo estaba saliendo del castillo hacia el bosque ya que ya casi era la hora. A lo lejos los vi, ellos habían llegado antes

- Ayyy, chicos, ¿hace mucho están? Lo lamento, los hice esperar, arruine mi segunda impresión - Me disculpé y reí por lo bajo
- No, tranquila, recién llegamos - Evie me calmó
- Sii, eso, no te preocupes - Carlos estaba muy feliz

Ellos eran muy lindos y tiernos, nada que ver con lo que mi hermano y todos aquí dijeron de ellos. Mal y Jay efectivamente no vinieron.

- Debes disculpar a Jay y a Mal, no les gusta conocer gente nueva - Dijo Carlos
- Tranquilo, lo entiendo, no pretendo que quieran hacer amigos tan rápido, no confian y está bien. Lo comprendo - Dije y empezamos a comer algunas frutas que traje
- Oigan, ¿ese es Jay? - Grito Evie mirando hacia unos arbustos
- Jay!! Viniste - Dijo Carlos contento
- Claro, ¿creen que yo me perdería esto? - Llego y se sentó a mi lado
- Bienvendo Jay -
- Gracias princesita - Hablo con un leve tono de burla
- Preferiría que no me llames así, porfavor - Dije amable
- ¿Porque? ¿No eres una princesita?
- Lo soy, pero no de ese tipo de princesas. - Dije algo molesta
- Como digas linda. - Dijo irónico

Me di cuenta que los cuatro tenían en su vocabulario la ironía muy implementada, tendría que acostumbrarme. Jay me parecía irritante, era muy coqueto.

La habíamos pasado muy bien, hubieron muchas risas y conocí mucho más sobre ellos. Realmente su vida allá era horrible.
Terminamos de guardar las cosas y nos comenzamos a ir, pero llegó Chad.

- Ey preciosa, ¿cómo estás? - Se acercó a mi dándome un pequeño beso en los labios
- Hola - Dije seca, pues a mí él no me gustaba, me obligaban a casarme con él, porque ambos somos de la realeza
- ¿Que pasa Cris? - Se acercó a mi oído, entre susurros dijo - Recuerda que si yo quiero puedo dejarte súper mal con el reino y te van a odiar - Termino y se fue

La luz en AuradonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora