Traición y descubrimientos

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Tanto Ben como yo pusimos nuestra fe en los nuevos, él confiaba en mi y yo quería creer que estaba en lo correcto y hasta el momento yo tenía razón

Evie me había invitado a pasar la tarde con ellos en su habitación y yo sin dudarlo mucho accedí. Hablaban de la corona, confiaba en ellos y les respondí a sus dudas.

- Cris ¿Tú sabes dónde está la varita del Hada Madrina? - Evie era la más cercana a mi, así que ella hacía más preguntas, los demás atentos escuchaban las respuestas.
- Si por supuesto, está es el museo cultural de la historia, al centró de Auradon, ¿porque? - Les dije
- ¿Dónde es eso? - Pregunto Mal
- A 3.7 kilómetros - Respondio Carlos mostrando el camino al museo desde la compu.
- Chicos yo debo irme, creo que ya no soy necesaria en la charla, ademas ya es de noche, si me disculpan - Me retire dejándolos con la información, decidí quedarme detrás de la puerta escuchando, para asegurarme que no fuera un error confiar en ellos

Carlos se puso a jugar el vídeo juego que tenían en la habitación e invito a Jay a jugarlo, estaban felices aquí, yo no me equivocaba, pero algo dentro de mi me decía que si...

- Esto es divertido, Jay, tienes que probarlo - Dijo Carlos dándole los controles
- Es un lugar muy hermoso, quiero quedarme - Dijo Evie

Jay y Carlos estaban emocionados jugando, Evie estaba contenta con el lugar, pero a Mal no se la escuchaba muy feliz

- Chicos! ¿Recuerdan que estamos aquí por un trabajo? - Grito Mal molesta
- Hada Madrina, bla bla. Varita Mágica, bla bla - Se burló Jay
- Esta es nuestra oportunidad de probarnos ante nuestros padres. Demostrarles que somos malos, despiadados, inhumanos y crueles. ¿Si? - Dijo Mal aún más molesta
- Tu plan de ser buena con Jane, ¿Te funcióno? - Pregunto Jay
- Haber, ¿vos crees que si no hubiera fallado por completo aún estaríamos aquí? No, ya tendríamos la varita y dominando Auradon - Mal realmente estaba molesta
- ¿Porque estás tan molesta? - Pregunto Evie asustada
- Mi madre confía en mi, no pienso desepcionarla. - Dijo

Ninguno quería decepcionar a sus padres, pero a tres de ellos les gustaba el lugar, no querían cumplir la misión de sus padres.

Detrás de la puerta, nada sonaba bien... Estaba preocupada por el futuro de Auradon, si conseguían el objetivo, estaríamos en problemas y todo sería mi culpa.

Abrieron la puerta y a mi no me dió tiempo de alejarme, asi que me atraparon.

- ¿Estabas escuchando? - Me habló Mal furiosa
- Noo, claro que no, solo pasaba por aquí - Dije asustada
- ¿Cuánto escuchaste? - Pregunto
- Todo - No pude mentir
- Vienes con nosotros. - Mal me jalo del brazo y me llevo con ellos
- No creo que sea una buena opción ir al museo a estas horas, ahí hay guardias y cámaras y alarmas - Estaba demasiado nerviosa
- Cállate mujer, ahora mandamos nosotros. - Mal me obligó a callarme
- Bueno, perdón - Dije, asustada

Ya estábamos dentro del museo, pero como dije anteriormente, había un guardian y demasiadas camaras, al lado estaba la rueca de Maléfica.

- ¿Esa es la rueca de tu madre? - Se burló Jay
- Si, es algo.... Tonta - Dijo Carlos
- Yo me voy chicos - Dije
- No, te quedas. Sobre la rueca. Es mágica, no tiene que verse siniestra. - Dijo Mal

Saco su libro de hechizos e intento hacer que la rueca funcione

- Mágica amiga, llegó la hora, que mi víctima se duerma ahora - Leyó, pero no funcionó
- Vaya, que miedo - Se burló Carlos
- Chicos, por favor, yo me voy - Estaba asustada
- Dije que no. Ya verán. - Mal busco otro hechizo y lo volvió a intentar - Pincha su dedo, pincha y quema, que mi enemigo luego se duerma - Tardo un poco en hacer efecto esas palabras, al final funcionó, el guardia se durmió, pero la puerta estaba cerrada.

La luz en AuradonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora