MI REFLEJO EN TUS OJOS. KookMin/JiKook

Capítulo Veinte

—¿Tía, qué ocurre? —le pregunta mientras Jimin la abraza y le toca la mejilla.

—¿Dije... algo inapropiado? —Jungkook le murmura a su novio.

—Yo... Debo... irme —se levanta del asiento y le da una leve caricia a su sobrino. Roza sus cabellos con su palma y se va a su habitación.

—Tal vez ella conoce al padre de Eunwoo —le dice Jungkook al rubio tratando de encontrar una explicación a la reacción de la tía Hana —Y al parecer no tiene los mejores recuerdos de él.

—Um, tal vez —le dice con preocupación.

—¿Debería irme? —Jungkook se siente incómodo, pues piensa que ha ocasionado un disgusto en la tía Hanna.

—No. Por favor no te vayas. Ella no está así por tu culpa, no está molesta contigo ni nada de eso. Yo debería ir a hablar con ella. Espérame aquí, ¿de acuerdo?

—¿Estás seguro de que quieres que me quede? No quiero incomodarla.

—Sí, amor, quédate. Estoy un poco preocupado por mi tía, necesito hablar con ella ahora, pero no quiero que te vayas. ¿Puedes esperarme?

—Claro que sí. Ve tranquilo. Yo esperaré aquí.

Después de darle un beso a su novio Jimin busca a su tía.

Toc, toc.

Jimin toca con suavidad antes de preguntar:

—¿Puedo pasar? —la voz del chico es apenas un susurro.

—Um, estoy bien. No te preocupes mi amor.

—Por favor tía déjame entrar —insiste.

Luego de segundos de silencio, la tía Hana abre la puerta —Ya me siento mejor. Tengo algunos problemas en el trabajo, eso es todo.

—¿Entonces no te pusiste así por algo que dijo Jungkook?

—Claro que no. Qué ocurrencia la tuya. Ve a pasar tiempo con tu novio. Yo descansaré un rato —finaliza con una sonrisa.

—Está bien. Sí quieres después me puedes contar, ¿acuerdo?

—¿Ah?

—Más tarde puedes contarme el problema que tuviste en tu trabajo.

—Ah, sí mi amor —le dice antes de cerrar la puerta esforzándose por retener las lágrimas.

—¿Qué te dijo? —le pregunta Jungkook al verlo entrar a la sala nuevamente.

—Dice que está así por problemas en el trabajo.

—¡Oh! Lamento oír eso.

—Tal vez más rato quiera contarme. A veces soy egoísta porque solo pienso en mis problemas y nunca me acerco a ella para preguntarle cómo está o cómo estuvo su día.

—Amor, no digas eso. Tú no eres egoísta. Ella no te dice nada por qué no quiere preocuparte. Eso es todo. Ven aquí.

—Um, Jungkook... —música cuando comienza a derretirse entre los brazos de su novio.

—Dime amor.

—Tae me ha llamado un par de veces —le cuenta a su hermano con una mueca en su boca.

—Pero llámalo, —eleva sus cejas— pero no le hables de mí —luego suaviza su tono.

—Si hablo con él, será inevitable hablar de ti. Quiero hablar con él porque me imagino que se siente triste o enojado por lo que sucedió, pero también necesito decirle lo que pienso. Él tiene que entender que tú jamás le has hecho daño. Déjame hablar con él. Déjame interceder por ti.