¿PARA UNA VEZ? ¡DOS ESTARIA BIEN!

Cierra ciclos. La tentación en un beso.

Las cosas en el hotel estaban normales, si le preguntabas a Angel Dust seguramente diría que Lucifer eligió ponerla en el bonito culo de Sonrisas, por eso es por lo que se la pasaba buscando su atención y hacia Circo, maroma y teatro con tal de Conquistar al demonio, pero al pobre nunca le correspondían, y si Alastor no hacia un comentario cortante, o desaparecía en sus sombras, llegaba Charlie como buena hija celosa a cortar los avances de Lucifer. Claro que esa "normalidad" no se trasladaba a su trabajo, ¡claro que no! Su jefe estaba de un humor de mierda y no solo eso, parecía que su estudio ya no era reparado tan rápido, como antes después de que la polilla ciega tuviera uno de sus constantes y comunes ataques de ira; eso era raro. Aún más, hace tiempo que no veía al Overlord de la televisión por el estudio de grabación.

Ahora Angel se dirigía al estudio de Velvette, la Overlord a veces lo utilizaba como modelo, cuando a Valentino le daba por matar a los pecadores que servían a la morena, era la forma en que Velvette se vengaba de Valentino, y a su vez a Angel le beneficiaba porque mientras estaba modelando para la Overlord de las redes sociales, Valentino no podía tocarlo y tomar represalias.

En la puerta del estudio de modelaje alcanzó a escuchar disparos, gritos y de repente un estallido de estática que incluso detrás de la puerta logró hacer que la esponjosa y bien peinada pelusa de su cuerpo se erizara. La puerta se abrió y vio por primera vez en meses a Vox, tenía en su pantalla una expresión que jamás le había visto, el demonio estaba serio, con las cejas fruncidas, sin ningún tipo de sonrisa o la típica expresión furiosa que ponía cuando las cosas le salían mal. No, este Vox se veía determinado y podría decir que incluso había algo en su expresión que le hizo erizar aún más el pelaje, este Vox lo estaba asustando.

- Angel Dust, llegaste en el momento oportuno, Velvette necesitara que te quedes horas extras, porque un idiota acaba de matar al 70% de su personal. No te preocupes, a mi cuenta corre que te pagaremos por tus servicios. – Eso era nuevo

- ¡Vox! ¡hijo de puta! ¿a quién llamas idiota? Eres tú el que está hablando pendejadas, ¿Dices que no hago bien mi trabajo? ¡tú, jodida mierda, has probado mi culo! ¡por supuesto que se hacer buen porno!

Angel vio como la polilla se acercaba amenazante a los dos y sintió que moriría en el nuevo ataque de ira de su jefe. Pero Velvette lo sacó del camino.

- ¡Valentino! ¡Cabron! ¡deja de intentar matar a todo el personal! ¡Es de lo que hablo Vox! ¡Este jodido proxeneta se la pasa complicando mi trabajo!

- ¡Mocosa! Es por mí que llegaste a la grandiosa colaboración que somos. ¡yo haré lo que se me dé en gana!

- Valentino, Cállate. – Todo el edificio retumbo en un ensordecedor silencio luego de que Vox hablara. - Velvette tiene razón, esta colaboración era para tener al infierno bajo nuestras afiladas garras. – el demonio de la televisión camino dramáticamente mientras miraba sus garras con una emoción intensa de sadismo, pero sus palabras eran serias. Angel no pudo evitar recordar a Sonrisas macabras. – Cada ataque de ira que tienes nos cuesta mucho dinero, te portas como un estúpido niño caprichoso y nos haces perder tiempo y poder. ¿Cuántas almas hemos perdido cada vez que disparas esa pistola? ¿Cuántos contratos buenos? ¡Esto es un jodido negocio! Al principio era divertido, pero conforme paso el tiempo me di cuenta... ¡no sirves mas que para amenazar y tener sexo! ¡no hay ni un poco de cerebro en esa cabeza tuya!

- ¿Qué mierda? ¡desde hace meses has dejado de pagar para arreglar mi estudio! ¿que mierda quieres que haga? ¡el jodido porno no se grabará solo! ¡la maldita calidad disminuyo porque no has comprado nuevo equipo!

- ¡Sorpresa! Tu rompiste todo lo de tu estudio animal. Y no conforme matas a mis modelos. Esta mierda es completamente agotadora.

- ¡Ya se! Lo que pasa es que no hemos tenido un buen sexo, de esos rudos y calientes... ¡eso es! ¡por eso estas tan estresado, Voxxie! Vamos, puedes darme ese duro pene para relajarte. ¿Qué tal ahora? – las palabras de la morena fueron echadas en saco roto y furiosa vio como Valentino, su socio de negocios se acercaba sugerentemente a Vox, sabía que ahí había acabado la conversación, Valentino convencería a Vox de dejar las cosas así; nuevamente ella y Vox tendrían que mantener las industrias a flote y hacer todo el trabajo de conseguir nuevas almas para no bajar su estatus.