v. solo estamos tú y yo

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Era viernes por la noche, Sunghoon no podía dormir debido a varios de sus pensamientos e ideas revoloteando en su cerebro, estaba pensando en que iba a hacer en el curso de ingles donde iniciaba sus clases la otra semana, ¿O qué debía hacer para alejar a Jongseong de Sunoo?, tenía que planear algo grande e impactante.

«Mierda, no puedo pensar bien.» dijo dando vueltas en su cama mientras abraza su peluche de en forma de oso, el cual lo lleva acompañando desde su etapa de huérfano, tal vez sonaba infantil e inmaduro pero amaba a ese oso, aunque no tanto como a Sunoo.

Este solo rechino con los dientes y salió de su habitación, abrió la puerta con cuidado y bajo hacia la planta baja en busca de un poco de agua en la cocina, sin causar algún ruido, pues asumía que sus padres se encontraban durmiendo, o eso creía.

Se escuchó un gemido sonoro desde la habitación de sus padres, a juzgar por el tono de voz, era de Sunoo. Con curiosidad y cautela se acercó a la puerta que se encontraba semiabierta, pues así como él pensaba que sus padres estaban dormidos, ellos asumían que Sunghoon se encontraba dormido.

Miró de reojo por la abertura y no pudo creer lo que estaba viendo, ambos hombres se encontraban desnudos, Jongseong estaba sobre Sunoo, quien se encontraba bocabajo mordiendo una almohada para callar sus sonidos.

Su corazón se aceleró y quitó su vista de ahí, por un momento quiso irse a la cocina, sacar su vaso de agua y marcharse a su habitación para encerrarse ahí, pero algo le estaba diciendo al oído que tenía que ver, que debía cuidar a su padre.

Cuando volvió a asomar su vista Jongseong movía sus caderas de manera brusca, haciendo que lágrimas brotarán por el rostro de Sunoo mientras mordía y apretaba con sus manos la almohada, no iban a mentir, incluso antes de que llegara Sunghoon no habían tenido sexo, y ahora que él se encontraba ahí, nunca se habían dado la oportunidad de hacerlo, no hasta esa noche.

—Sunoo, tesoro... Déjame oírte, déjame escuchar como pides por mí.—Dijo Jongseong jalando los cabellos de Sunoo, quien dejó de morder la almohada para emitir gemidos, aunque no lo suficientemente fuertes

—Ja-Jay ya deberíamos pa-parar... Sung s-se podría despertAHHHH~—Gimió cuando Jongseong hizo más agresivo su movimiento, no sabía que le iba afectar tanto no haber tenido sexo como por cinco meses

—Solo estamos tú y yo... En estas cuatro paredes, no importa lo que este afuera.—Jongseong besaba la nuca de Sunoo, quien gemía y lloraba al mismo tiempo

Sunghoon por otro lado no sabía que sentir al presenciar todo, sentía repudio, sentía celos, sentía asco, sentía excitación. Sintió calor en la parte baja de su abdomen, su miembro comenzó a despertar indicando que le estaba gustando lo que estaba viendo, aunque no precisamente veía a los dos, sus ojos solo podían ver el cuerpo de Sunoo.

«Mierda... Esto es... ¿Excitante?» pensó mientras acariciaba su miembro por encima de su pantalón de pijama.

En su cabeza de repetían una y otra vez los gemidos que Sunoo producía, eran como una nueva droga para él.

Quería quedarse a escuchar y ver a sus padres teniendo relaciones sexuales, pero, sabía que si se descontrolaba sería capaz de matar ahí mismo a Jongseong y tomar a Sunoo, así que prefirió ir a su habitación y masturbarse en su cama, recordando a Sunoo, su cuerpo desnudo y recibiendo una verga, mientras gemía como si nunca antes hubiese tenido sexo.

La noche y madrugada paso así, la pareja teniendo relaciones sexuales hasta que se agotaron y cayeron rendidos, y Sunghoon, quien no dejaba de torturar su miembro cada que Sunoo volvía a su cabeza.

El fin de semana no iba tan bien, desde que se levantaron a desayunar Sunghoon ni Jongseong dijeron nada, por un lado el Park mayor se sentía aún cansado, y aunque quisiera ir a dormir, le había prometido a su esposo el día anterior que si tenían sexo, irían los tres a un día de campo. Y por otro lado estaba Sunghoon, quien no pudo caer dormido hasta las cuatro de la mañana, hasta que su cuerpo se sintió cansado de tantas veces que se masturbo.

—Bueno, iré un momento al supermercado a comprar unas cosas para el día de campo, Jongseong, amor, prepara unos sandwiches y empacalos en la cesta, Sunghoon, querido, busca en el cuarto de lavandería un mantel y almohadas para llevar y acostarnos en el pasto, si gustas puedes llevar algún juego de mesa, hay varios en el estudio de tu padre Jay.—Dijo abriendo la puerta de su hogar, con una sonrisa se despidió y cerró la puerta

—¿Quieres ayudarme a preparar los sándwich?—Preguntó Jongseong con unas sonrisa, posiblemente Sunoo se demoraría un poco así que quería pasar un tiempo con su hijo

Sunghoon lo miró sin ninguna expresión.

—Oye, no me mires así, papá Sun siempre se tarda en el supermercado incluso si es para comprar dos cosas, puedes empacar el mantel, las almohadas y los juegos de mesa en un momento, ¡Y si quieres yo también puedo ayudarte!—Jay tomó las manos de Sunghoon, quien quitó su semblante extraño y sonrió de oreja a oreja

—Está bien, papá... Te ayudaré.—Jongseong emitió un pequeño chillido de alegría, ambos Park fueron a la cocina

Sunghoon tomó el cuchillo junto a la tabla de picar alimentos, haciendo que Jongseong se preocupara un poco pues no sabía si el menor sabía picar cebolla, tomate y lechuga.

—Si quieres puedo cortar los alimentos y tú puedes ir armando los sandwiches...—Jongseong sintió la mirada pesada de Sunghoon sobre él

—¿Crees que no se cocinar, papá?—Preguntó con sarcasmo, haciendo que el Park mayor se sintiera un poco ofendido

—Cuando estaba en el orfanato solía esconderme en la cocina, las señoras que se encargaban de la comida me sacaban de mi escondite y me ponían a ayudarlas, me enseñaron cosas básicas para aprender a cocinar por si algún día terminaba en la calle.—Durante su historia, Sunghoon se percató el el cuchillo no tenía filo, así que tomó la piedra de afilar en la lacena de la cocina y comenzó a afilar el cuchillo

Jongseong no dijo nada, en su lugar solo pudo quedarse en silencio mientras acomodaba el jamón y el queso en el pan, mientras echaba salsa de tomate, mayonesa, tártara y mostaza.

El sonido de la cocina era abrumador, tan solo se podía escuchar a Sunghoon tararear alguna melodía mientras afilaba el cuchillo, Jongseong se sintió un poco amenazado, ¿Acaso... Estaba desconfiando de su hijo?

—¿Qué tal estuvo anoche, te gustó?—Preguntó Sunghoon, los ojos de Jongseong se abrieron en shock

El mayor se quedó sin palabras, ¿Sunghoon los había escuchado o visto?, y si así fuera, ¿Cómo se sentiría al respecto o que diría acerca de ello?, él no era un niño que se podría engañar fácilmente, era casi un adulto legalmente, así que esos temas ya se los sabia del derecho al revés.

—Y-yo no sé de qu-que estás hablando.—Dijo nervioso, tan solo pudo escuchar la risa de su hijo

—¿Pues de qué más voy a estar hablando?, papá, ¡Hablo de la cena de anoche!, ayude a papá Sun a prepararla, quería saber si te gustó.—Dijo con una sonrisa, haciendo que Jongseong se sintiera aliviado, pero no convencido de la respuesta

—Oh... Estuvo, muy rica, le di las gracias a Sunoo pero también te las debo dar a ti, si ayudaste.—Jongseong se acercó a Sunghoon y despeinó a su hijo con cariño, haciendo que este riera

—Pues entonces, ¡De nada!; el cuchillo quedó muy afilado, casi y puede cortar a alguien bastante profundo.—Dijo al ver como se rebanaba la cebolla con facilidad

«Aún no puedo comprenderte del todo Sunghoon, pero si Sunoo confía en ti y te ve como su todo, entonces, yo haré el esfuerzo para que nuestra familia pueda prosperar.» pensó Jay mientras sonreía, viendo a su hijo rebanar los vegetales con bastante facilidad.

👀

Creo que aquí todos sabíamos lo que verdaderamente quería decir Sunghoon.

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.

LOVING IS WRONG ; SUNGSUN - JAYSUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora