Capítulo 4

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El aire fresco de la mañana acaricia tu rostro mientras te acomodas un poco para intentar conducir mejor el Uber, el brillo de las luces de la madrugada titila a través de la ventana, creando un cuadro vibrante y efímero. Has tenido una larga semana; el viaje, las responsabilidades, el hecho de que ahora estabas de camino a la UA y esas pequeñas frustraciones que se acumulan como polvo en una esquina olvidada de tu vida. Este viaje debería ser solo una transición hacia un merecido descanso, una forma de desconectarte de un agotador capítulo en tu vida... Pero no, aquí estabas, en otro problema.

A medida que el auto avanza, el sonido de la música suave que emite el sistema de audio se mezcla con un leve zumbido. El conductor ha cerrado los ojos, su cabeza se ha dejado caer contra el volante. Un escalofrío recorre tu espalda. ¿Qué haces? Nunca habías estado en una situación así, un extraño que ahora parece más un peligro que un simple transporte.

Vibras de incertidumbre, pero la adrenalina también comienza a tomar forma. Te preguntas si deberías gritar, intentar despertarlo, o simplemente escapar del auto. Tu mente discurre rápidamente entre las opciones, cada una más absurda que la anterior. Mientras tanto, el tiempo parece dilatarse, como si las manecillas del reloj hubieran decidido tomarse un descanso igual que el hombre al volante. Y, aunque no sabías que hacer, aun así seguías intentando guiar aquel Uber en aquella posición incómoda.

Buscando un indicio de que se ha despertado, que está consciente de lo que está pasando. Pero su respiración es profunda y rítmica, un eco de lo pacífico que no sientes.

La oscuridad que envuelve todo el exterior parece cobrar vida propia, sus sombras parecen acecharte, y un nudo se forma en tu garganta. Miras tu teléfono; la pantalla brilla y parece prometer un pasaje a la libertad, un modo de alejarte de aquella situación tan shockeante, mientras tu mirada vuelve a levantarse para mirar al frente. 

Por fuera tu expresión era neutral pero preocupada, pero por dentro... Mejor ni hablar. Tú entiendes perfectamente.

Tú trabajas de estacionar el Uber, con urgencia, ¿Pero adivina qué? No podías hacerlo, ya que literalmente estaban en el medio de la RUTA.

Sabías que no tenías permitido usar tu Quirk, no debes hacerlo sin ni siquiera aún haber pasado el examen de admisión de la UA. Es algo que va contra las reglas de los héroes, y tú no ibas a romperla, siempre has sido alguien muy justa.

Luego de unos largos minutos de andar por la peligrosa ruta, tú te frenas, estacionando el Uber. E inmediatamente volteas a ver al tipo que supuestamente sería tu chófer, pero en este caso fuiste hasta más chófer tú que él. Pero él seguía profundamente dormido, se veía muy tranquilo como si no hubieran estado a punto de crear un accidente de auto.

¿Mineta tiene una hermana? (BNHA y Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora