Capitulo 9

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Emma

De: Dueña de mi corazón

«Hola, Jenna's wife»

Necesito re ordenar mis límites de dignidad. Un apodo más lindo no le costaría mucho. Pero es ella, puede escupirme en la cara y le agradecería.

«Después de mi sesión de fotos iré por ti, hay una pequeña isla privada que quiero visitar»

Mientras me preparo para que pase por mi, no puedo evitar pensar en lo mucho que la deseo. Me gusta el interés que demuestra... y sus brazos, su tonificado abdomen, cómo su cabello cae suavemente sobre sus hombros. Quizás me haya desviado de lo que emocionalmente me gusta, pero creo que me gusta todo de ella.

Me pongo mi vestido azul favorito. Me maquillo sencillo, solo para resaltar mis ojos y labios. Me siento hermosa, si con esto no la enamoro más, es que está defectuosa definitivamente.

Finalmente, llega el momento. Ella está esperándome en la puerta del copiloto. Me abre la puerta y entro.

El camino era silencioso, pero no un silencio incómodo. Quizás no sea especialmente fan de hablar mientras maneja, hay quienes pierden la concentración. Supongo que ella es una de esas, me dispongo a solo mirarla.

Y...

No sabía que podía excitarme de solo verla manejando. Ver como gira el volante en cada curva. Sus manos, largas y elegantes, se deslizaban sobre el volante con una suavidad que era casi hipnótica. Los dedos, finos y delicados, se curvaban alrededor del cuero, como si estuvieran acariciándolo. Cada vez que giraba el volante, sus muñecas se torcían de manera casi imperceptible, como si estuvieran bailando.
La manera en que sus manos se movían empezaba a hacer efecto en mi. Con su palma girando el volante y sus dedos extendidos. Mientras que su otra mano descansaba sobre la palanca. Cada movimiento era preciso, calculado, y sin embargo, parecía completamente natural.

Y cuando cambiaba de marcha, su mano derecha poseía la palanca, sus dedos se cerraban alrededor de ella con una suavidad que era casi sensual. La manera en que su mano se movía, como si estuviera acariciando el metal, me hacía sentir un escalofrío en la columna vertebral.

Solo mi mente y el mismo infierno sabemos lo que pasa en mi mente, porque esto no es para nada de Dios.

Jenna notó mi mirada fija en sus manos mientras manejaba y sonrió ligeramente, como si supiera que la estaba admirando. Su mirada se cruzó con la mía por un instante, y pude ver un destello de diversión en sus ojos.

—¿Nunca te habías subido a uno?—preguntó con una sonrisa traviesa, sin apartar los ojos de la carretera.

¿A un auto? una infinidad de veces, en tus piernas solo en mis sueños.

Me sonroje escuchando su voz de repente.

—Si claro que si, solo me impresiona la habilidad que tienes para manejar. — dije tratando de sacar esos pensamientos de mi mente.

—¿Has manejado alguna vez?— me preguntó en un tono suave.

—La verdad es que no.— dije un poco avergonzada.

Jenna se rió suavemente y se inclinó hacia mí, su voz tomó un tono sugerente. —Bueno, entonces es hora de que aprendas. —aparcó el carro en una parte libre de la carretera.

—Ven aquí, siéntate en mis piernas, conducirás hasta que lleguemos.— su mirada era clara, era una invitación que no podía rechazar.

Hasta que "lleguemos". Me lo está facilitando y aún no me toca.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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