El tiempo pasa

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Mi madre y yo soñábamos con estar juntas más seguido y para cumplir aquello teníamos que esperar cierto tiempo porque fueron 3 años que le dieron para trabajar en Acapulco. 

Era genial ir a visitarla y realmente me gustaba ir donde vivía, en realidad ¿A quién no le gustaría? Después de todo Acapulco es un lugar turístico lleno de atracciones marítimas. 

Amaba estar con ella por lo dulce que era, siempre me decía que era muy bonita a pesar de que mis compañeros de la primaria me dijesen lo contrario. Ella me entiende, y me hace sentir bien. Es divertidísima, realmente me ama.

La relación con mi madre no siempre fue la mejor, como todo, siempre tiene subidas y bajadas.

Cuando ella volvió a la Ciudad de México (CDMX) yo tenía 11 o 12 años, debido a que cumplo en diciembre es algo difícil de saber, pero de referencia podría ser que en esos años comenzó una pandemia gracias a un virus llamado COVID-19. Fueron varios momentos de alegría hasta que ella consiguió una pareja, no es que tenga algo de malo en realidad, pero mi familia no pensaba igual. 

Empezaron a juzgarla a ella y a mí por apoyarla, nos corrieron de la casa y yo tuve que ir a vivir en la casa de su novio, a la cual iba todos los días menos sábado y domingo, porque mi madre trabajaba todo el día y uno nunca sabe. 

Encontré un hogar en una casa que no era la mía, una familia que no era la mía, encontré paz y felicidad en un lugar en el que nunca había estado. No duró mucho hasta que decidieron mudarse cerca de la secundaria a la que yo asistía.

Poco tiempo después descubrimos con qué tipo de persona salía mi madre, alguien manipulador y posesivo.
 
Nosotras vivíamos en el departamento con su novio, pero yo normalmente iba de visita a mi antiguo hogar todos los fines de semana. Volvimos a la casa después de que en una discusión mi madre llorara y llamara a la familia desesperada por un problema con su pareja.

Mi madre seguía en el departamento, esta vez nombrado como suyo. Echó a la calle a su expareja. También ella solía decirme que constantemente mi abuela estaba en contra suya y era la razón por la que prefería vivir sola. 

Yo decidí volver al lugar donde siempre he vivido, donde siempre he estado. Dejar ir algo tan importante como el hogar donde creciste no es fácil, sin embargo, a mi se me culpaba por no poder dejar el pasado atrás. Estuve ahí durante mucho tiempo hasta que salí de secundaria y mi estancia permaneció hasta la actualidad. 

Quisiera decir que es todo y no tuve más problemas, pero no es así. He tenido tantos problemas simultáneamente que ya daba igual si arreglaba uno o no, todo seguiría exactamente igual.

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⏰ Última actualización: Aug 03 ⏰

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