Yuto Horigome
Los Ángeles, California.
12:27 P.M.Hacía más de una semana que habíamos llegado a Estados Unidos, pero recientemente tuvimos la oportunidad de mudarnos a lo que sería mi hogar por el resto de mi adolescencia hasta llegar a la adultez.
Recorrimos las calles de Los Ángeles, desde el hotel de hospedaje hasta lo que sería mi nuevo hogar. Mientras más avanzábamos, más tiempo pasaba y el ruido de los transeúntes combinado con el tránsito se hacía más leve hasta llegar a un punto sostenible para mis oídos.
Siento muchas emociones en este momento, la idea de vivir en un nuevo lugar es tanto alegré como aterrador, las primeras impresiones de los Ángeles me dieron un mal sabor de boca, el sonido de turistas, el tránsito y los famosos que habitan aquí (sumando sus fanáticos) no me parecían lo más favorable.
Gracias a mis padres que habían elegido un lugar de condominios alejados del centro de la ciudad, a larga vista parecía ser un sitio tranquilo. Se observaban las casas en fila con una arquitectura similar, se rodeaban por más casas y algunos edificios no tan altos. Durante el camino me di cuenta cómo supermercados y tiendas comerciales estaban cerca de la ubicación. Al parecer había sido una buena elección de vivienda. Mis padres debieron de buscar por meses un lugar así, incluso en Tokio es difícil encontrar un punto como este en un buen precio.
Llegando a la entrada de la zona pude observar las casas más de cerca, la arquitectura en la mayoría de casas era igual, incluso en el color que adornaba la fachada; sin embargo, había otras con un piso más o lo que serían dos casas en uno, otras simplemente eran de colores chillones que se llevaban la atención momentáneamente.
Cuando llegamos a la nueva casa, fue imposible no darme cuenta de que también tenía un parque en el centro de la zona. Estaba bien cuidado y, aparentemente, los vecinos lo mantienen en buen estado. Había una cierta cantidad de niños en lugar; parecían estar jugando entre ellos o simplemente pasando el rato ahí. Sin embargo, eso no fue la principal razón de mi atención. Durante el recorrido me di cuenta de que al otro lado del parque había un lugar donde se podía hacer ejercicio. A su lado había una zona de rampas y cajones perfectos para el skate. Me sorprendió mucho ver este tipo de cosas, pues, mi padre había sido un famoso skater en Tokio. Al dejar la vida allá, pensé que dejaríamos todo en el pasado, incluyendo su época de gloria.
A los 6 años mi padre me enseñó a patinar, él influyó mucho en mi actual hobby. Verlo en las competencias era sentir emoción no solo porque era mi padre el que estaba ahí, sino porque algún día sería yo el que ganaría y él estaría orgulloso de verme hacerlo.
Después de nacer, el rango de competiciones de mi padre se limitó a pocas zonas de Tokio. Su carrera se vio en bajada, pero se mantuvo con el respeto y admiración de quienes lo veían competir.
Escuchar cómo mi padre fue una figura importante en el skateboard de Tokio es un honor. Los últimos años practiqué algunos de sus trucos para algún día hacerlos frente a un gran público.
ESTÁS LEYENDO
Lovers Rock ; Yuto Horigome
Fanfiction𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 una casualidad lo llevará a experimentar el amor incluyendo su contra parte y su impacto en la vida. El amor puede ser tan inmenso como efímero ¿Encontrará consuelo y motivación para hacer lo que verdaderamente le gusta? O si...