Las dieciséis lunas y sus secretos

para ti nunca fui tuya, porque para mí, nunca fui mía

Creo que fue en Agosto cuando dejaste de sentirte agusto, y yo ya planeaba nuestro próximo disgusto.

Nunca te dije lo que sentía, ya me imaginaba lo que pensarías.

Creo que fue en septiembre cuando ya estabas cansado de las promesas vacías.

Y en Enero fue nuestro aniversario,
yo te regalé el mejor regalo, pero no lo que tu  querías.

El impulso de coger mi mano siempre guardabas. Cómo si tuvieras miedo que te pinchara.

Mientras yo decidía si de la acción que tomaría, toda la vida me arrepentiría o a mi corazón seguiría.

No hay excusa para romper, pero estarás de acuerdo que aceptamos el amor que creemos merecer.

Sea lo que sea, ya no serán tus manos las que me calientan.

Pero cuando te veo con ella, de aquella antigua sensación el pecho se me llena,
Por no saber arreglar algo que con palabras fácil se arregla.

Creo que después de tantos golpes tu corazón se ha hecho de piedra, y yo ya no sé cómo derribar esa barrera.