El rey de la taquilla de Hollywood

Capítulo 23: Aprendiendo sobre la marcha

Capítulo 23: Aprendiendo sobre la marcha

Al caer la noche, el comedor estaba muy iluminado. Matthew se dio cuenta de que Michael Sheen no estaba contento. Suspiró para sus adentros, pero no dijo nada más. Sabía que, una vez que se alteraba el equilibrio del corazón de alguien, era muy difícil, si no imposible, restablecerlo.

De repente, sonó su teléfono. Era Helen Herman y se dirigió rápidamente a un tráiler en el área del equipo de producción para una audición de último momento para el papel.

Era un papel menor y, como no era un actor sindicalizado, la audición fue sencilla. El director de casting y un asistente enviado por Ridley Scott lo examinaron y le hicieron rugir varias veces, satisfechos con su actuación.

Después de pasar la audición, Helen Herman se encargó de los detalles restantes. Matthew caminó de regreso a su hotel en la ciudad, se dio una ducha rápida y se fue a dormir temprano, sabiendo que debía despertarse temprano al día siguiente.

No sabía cuándo volvería Michael. Cuando se despertó alrededor de las 3 de la mañana y se preparó, se dirigió al comedor, donde se encontró casualmente con Helen Herman y su asistente Amanda. Después del desayuno, Helen delegó la responsabilidad de los demás extras a Amanda y acompañó personalmente a Matthew al set.

Ridley Scott le había dado a Angel Agency este rol, una oportunidad significativa, y Helen quería mostrar el nivel apropiado de importancia, no solo para Ridley sino como señal de respeto.

El equipo había empezado temprano y muchos ya se marchaban de la ciudad. Matthew, curioso por su repentino papel, preguntó mientras caminaban: "Este papel no estaba en tu plan original, ¿verdad?"

"Fue una compra de último momento", respondió Helen, que llevaba un elegante traje azul y negro, lo que indicaba que estaba de buen humor. "El actor que había sido elegido originalmente tenía una cláusula específica en su contrato por no menos de cinco líneas".

Mientras caminaban, continuó: "El actor se unió al equipo anteayer y se dio cuenta de que todas sus líneas eran similares a los gritos que usted pronunció ayer. No estaba contento y tuvo una disputa con el equipo, por lo que Ridley Scott decidió reemplazarlo".

"¿Despidieron al actor?", preguntó Matthew preocupado.

Mientras salían del pueblo y se dirigían al plató del bosque, Helen explicó: "No, es un actor sindicalizado. Despedirle sería complicado y significaría incumplir el contrato, lo que implicaría pagarle un mes de salario como compensación. Su tarifa diaria es de 8.000 dólares, lo cual no vale la pena".

Matthew reflexionó sobre las desagradables posibilidades: "Entonces, ¿la tripulación tiene una forma de dejarlo fuera sin incumplir el contrato?"

"El equipo le pedirá que interprete a un soldado bárbaro y filmará una escena de cinco líneas dirigida por un asistente de dirección", explicó Helen con ligereza. "Durante la posproducción, descartarán su metraje, lo que lo dejará de lado con un coste mínimo".

"Ya veo..." Matthew hizo una mueca, "¿Eso funciona?"