-Yo no soy un berrinchudo -se cruzó de brazos
Yoon rio por lo bajo - bueno berrinches, es hora de dormir, mañana hay escuela para ti -depósito un pequeño beso en la frente del pequeño que se había acomodado debajo su mantita de nuevo
-Tío Yoon -ll...
Como la rosa que renace con cada primavera, un gran amor surge con fuerza y determinación para llenar nuestros días de alegría, complicidad y ternura, brindándonos la oportunidad de vivir una historia aún más hermosa y significativa que la anterior.
El omega y el alfa se despertaron lentamente, las suaves caricias y besos perezosos llenaban la habitación de complicidad y amor.
Taehyung trato de levantarse pero fue entonces cuando sintió un ligero mareo que lo hizo parpadear sorprendido.
Un pensamiento fugaz cruzó su mente: ¿Podría estar...?
Intrigado por la posibilidad, el omega recordó los detalles de su último encuentro íntimo con el alfa. Revivió la intensidad del nudo, la conexión profunda entre ambos y la marca dejada con devoción.
Un escalofrío recorrió su espalda al darse cuenta de las señales sutiles que su cuerpo le enviaba: los antojos repentinos, la sensibilidad extrema en sus sentidos y ese mareo matutino que no podía ignorar, esta vez no ignoraría aquellos repentinos malestares que sentía desde hace días.
El alfa notó la expresión pensativa en el rostro del omega y con ternura acarició su mejilla.
¿Estás bien, cariño? - preguntó con voz suave.
El omega se sumergió en esos ojos llenos de amor y complicidad.
Si, lo estoy - terminó de levantarse, ingresando al baño de manera apresurada, el alfa siguió sus pasos con la mirada y dudoso se levantó tras él.
Cielo...
las palabras no salieron de su boca al ver la hermosa y tentadora silueta de su omega siendo cubierta por el agua, tenia una exquisita vista desde donde estaba, podía verle a través del cristal, guardo silencio y decidió contemplar la bella vista.
¿Por qué no entras? - pronunció el rubiecito de espaldas enjabonando su cuerpo con cuidado - necesito que alguien enjabone mi espalda - se volteó a mirarle con una sonrisa en sus labios.
No era necesario repetirlo dos veces, cuando el alfa ya se había despojado de su pijama, quedando completamente al desnudo, el omega mordió sus labios, mientras el pelinegro se acercaba hasta adentrase en la ducha junto a él.
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La rosa lavanda florece en el jardín de la vida, como un susurro de esperanza que se asoma entre las hojas. Su delicada fragancia es un abrazo cálido que da la bienvenida a un nuevo ser, un pequeño milagro que se asienta en el corazón, prometiendo amor y alegría en cada pétalo que se despliega.
