______, la hermana de Thomas, es enviada al Área, con varios chicos adolescentes que trabajan en equipo para tener un orden, mientras que otros ayudan a encontrar una salida.
Ser la primera novata en el Área no seria nada fácil, tiene que sobrevivir...
¿Acaso ella era el problema? Estaba pensando muy seriamente en que ella era un imán para los problemas. Sin duda que necesitaba un momento a solas.
Sin los estúpidos chicos.
Después de lo ocurrido anoche no se sentía segura, toda esa confianza que sintió cuando se había adaptado completamente al Área fue en vano. Todo por Jack.
Miraba a Newt dormido tranquilamente, incluso roncaba un poco, al principio sintió ternura pero recordó lo que su hermano Thomas le dijo. Uno más en la lista de los estúpidos.
Sacudió la cabeza tratando de quitarse el sentimiento de ternura de su mente, no podía pensar eso de Newt después de la verdad. Se puso de pie y se bañó lo más rápido que pudo, no se sentía cómoda estando desnuda mientras le daba la espalda a la puerta, se sentía más vulnerable de lo que ya se sentía. Bañarse lo más rápido que podía era su propósito, no quería sentirse expuesta mientras estaba concentrada en sus pensamientos.
No podía estar tranquila haciendo algo que la mantuviera distraída porque se sentía vulnerable de ser atacada por alguien.
La palabra "vulnerable" definía muy bien todo.
Cuando salió de bañarse se cambió lo más rápido que pudo y salió disparada como una bala hacia el Claro.
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El Sol ni siquiera había salido, comúnmente se despertaba cuando el Sol ya estaba. Aunque sabía que tenía sentido que se despertara más temprano ya que en la noche se estuvo despertando cada vez que se relajaba.
Era verdad que tenía que sobrevivir por su cuenta, no a hacer amigos.
Ayer entendió que estaba sola en el Área.
Mientras caminaba por el Claro sintió un leve dolor en los hombros, se llevó una mano y comprendió que tenía moretones por Jack. Gracias a las mangas de su blusa que le llegaban hasta los antebrazos le era fácil ocultar los moretones que se encontraran en ambos hombros.
Le fascinó la tranquilidad que tenía el Claro, sin nadie.
Después de lo sucedido anoche sentía que era inferior a todos los demás habitantes, no le gustaba pensar así pero pensaba que los hombres eran superiores a ella. Que cualquiera podía tomar el control, manipularla, mentirle... enamorarla.
Era una herramienta.
Miro hacia los muros y su mirada se cruzó con una de las puertas del Laberinto, aún permanecían cerradas lo que le molestó un poco no estar descansando en todo ese tiempo. Aunque no podría por sobre pensar, quería tener energía por su primer día como Corredora. No podía defraudar a Minho en su primer día, había luchado tanto por ser Corredora que no se lo perdonaría si arruinaba su primer día.
