Recluta A23. La Protegida

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Capítulo 23

Narra Thomas

Caminaba a un paso apresurado, Ava había convocado una reunión acerca de las pruebas del Laberinto. Supongo que es el momento perfecto para Aris y yo poder decir que queríamos ir al Laberinto. Esta reunión no sería para hablar con otras personas con dinero, así como presidentes —si es que aún quedaban— o alguna persona con gran poder que también estuviera a cargo de la seguridad de Denver. Esta reunión sería exclusivamente de CRUEL.

Al llegar a la puerta que conducía a la oficina de Ava donde se haría la reunión, me sudaban ligeramente las manos. Espere unos segundos para poder encontrarme a Aris pero al no verlo decidí entrar, gire el pomo de la puerta y entré a su oficina, estaba ligeramente cambiada: una mesa rectangular en medio y varias sillas a su alrededor, cuatro sillas en cada lado largo de la mesa y una silla en cada lado pequeño.

En un lado largo, ya se encontraba Teresa y Jason, y en el otro lado estaba Raquel y Aris. Ava —como siempre— estaba en una silla de los lados pequeños para estar sola y así tener su atención, sentí un poco de vergüenza al ser el único que faltaba. Ahora tenía que elegir dónde sentarme, con Teresa o Aris.

Sabía que iba a ser incómodo ir a sentarme al lado de Aris y no con Teresa, a ella y a mi nos conocen por ser muy cercanos, si me alejo de ella será extraño. Teresa me sonrió y señaló el asiento que estaba vacío al lado de ella. Desvié la mirada y me acerqué al asiento vacío de la derecha de Aris. No miré a Teresa porque sé que sería más incómodo de lo que ya era.

—Gracias por asistir a esta reunión —habló Ava—. Todos sabemos que las pruebas del Laberinto son un gran avance que nos llevará a la cura, claro, con su debido tiempo y dedicación. Todos siguen asombrando: Minho, Sonya, Newt, Harriet, Dan, y ______, sin duda que ellos son nuestra clave, nuestra mayor posibilidad de encontrar la cura. No los reuní hoy aquí para hablar sobre lo asombrosos que son nuestras variables, no, estamos aquí para pensar en otras variables. Entre más impactantes y peligrosas sean las variables más resultados positivos tendremos, así que... soy toda oídos.

—He estado pensando en no cerrar las puertas del Laberinto —propuso Jason.

—¡¿Qué?! ¿Está loco? —me puse de inmediato de pie— Los Penitentes no tienen una debilidad, podrían acabar con todos, eso no puede ser así. Porque existen un ochenta por ciento de probabilidad que todos mueran y las pruebas serán en vano, todo este tiempo las pruebas se irán a la mierda todo por esa estúpida variable, así que Jason piensa bien en las consecuencias que pondrás porque no es fácil.

Jason me miró molesto, obviamente ya me odia por el otro día que le di ese puñetazo en la cara. Pero debo decir que sentí una gran satisfacción.

—¿En qué sitio estamos hablando? —intervino Raquel.

—En todos, pero nos estamos enfocando en los sitios A y B —contestó Ava—. Son los sitios en donde más probabilidad hay para obtener lo que necesitamos: mejores reacciones en la zona letal, es decir, en el cerebro que es donde ataca la Llamarada.

—Propongo que no hagamos nada —exclamó Raquel. Me senté nuevamente en mi asiento—. Seguir como si nada para después tener... un impacto, más no un peligro.

—¿Qué tipo de impacto? —preguntó Ava, parecía interesada.

—No lo sé, tal vez algo con sus recuerdos.

—¿Con sus recuerdos? —pregunté confundido. No podía creer que Raquel a pesar de que ya había sido confirmada para ir al Laberinto estaba proponiendo ideas, sin duda que tiene mucha valentía.

—Si, tal vez alterar algo. No lo sé, no lo pensé bien —habló avergonzada Raquel.

—No te preocupes, Raquel —habló Ava—. Es buena idea alterar sus recuerdos pero no será fácil, tenemos que tenerlos aquí.

𝐀 𝐆𝐢𝐫𝐥 𝐎𝐧 𝐖𝐚𝐥𝐥𝐬 | 𝐌𝐚𝐳𝐞 𝐑𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora