En un bello y espacioso invernadero varias criaturas de origen tanto artificial como natural descansaban plácidamente en distintos lugares, pero todas compartiendo la particularidad de permanecer en sus respectivas macetas en donde sus raíces se enterraban con comodidad. La luz del sol pronto empezaría su invasión en esta habitación, por consecuente provocando el despertar de unas cuantas plantas, en especial de las girasoles, quienes se levantaban animadas por recibir esa tan preciada luz solar que tanto adoraban, pero nuestra visión se centra en una girasol en específico, la comandante Dulce, quien se encuentra haciendo lagartijas constantes mientras una sonrisa determinada adorna su rostro a pesar de que estaba tirando algo de la tierra de su maceta debido a sus movimientos, algunas de sus ejemplares la miran con confusión y algo de desconcierto, pues lo normal en alguien de su especie es siempre mantener una apariencia y actitud formal y educada, sin embargo Dulce parecía ser todo lo contrario a esto.
Otra planta más que fue lentamente despertada por la iluminación natural que iba directo hacia su rostro era el lanzaguisantes con aspecto de vaquero, este dió un suspiro y estiró sus hojas mientras parpadeaba un par de veces para poder acostumbrar su visión a la de la habitación lo más pronto posible. Se fijó en su compañera con parche y gorra haciendo ejercicios pero rápidamente se olvidó de eso, comenzó a dar saltos con su maceta para acercarse a la puerta y estirar un poco una de las hojas que tenía en el tallo y que utilizaba como si se tratará de un brazo, giro la perilla y salió de ahí.
Ahora encontrándose en la sala central de la casa decidió ir a las escaleras, una vez ahí hizo un mayor esfuerzo al dar sus saltos para poder subirse encima de los escalones, los cuales para su suerte eran lo suficientemente amplias como para que su maceta pudiera permanecer sin problemas ahí, eventualmente y en cuestión de unos cuantos minutos logró llegar hasta el segundo piso, al no haber estado aquí antes le llamó un poco la atención el lugar, sin embargo no se iba a olvidar de la razón por la que había venido aquí, empezó a avanzar mientras por dentro se preguntaba dentro de cual habitación podría estar el humano, suspiró un poco pues le molestaba el tener que buscarlo y sobretodo sin alguna pista de donde pudiera estar, justo cuando se disponía a abrir una puerta para verificar si el pelinegro se encontraba ahí otra fue abierta, más precisamente aquella que estaba a un lado del final del pasillo, casi inmediatamente después de eso vió como un despertador era lanzado contra la pared desde la habitación y acto seguido Max salía del mismo lugar con su confiable pala en mano solo para empezar a apalizar aquel pobre aparato con el objeto anteriormente mencionado, estuvo así durante casi un minuto hasta que se percató de la presencia del lanzaguisantes, quien lo miraba confundido.
-huh ¿Cuánto tiempo llevas ahí?- preguntó un poco avergonzado por haber sido visto haciendo eso, se posicionó adecuadamente y dejó la pala a un lado...no sin antes darle un último golpe con esta al despertador
-más del que hubiera querido- respondió aún extrañado por el comportamiento anteriormente visto del humano -solo venía a decirte que los demás ya se estan despertando, deberías ir a alimentarnos por si llega un ataque hoy, ya sabes, para no desmayarnos en pleno combate- una vez que el lanzaguisantes habia dejado en claro sus motivos para haber ido a buscar a Max se dió vuelta y se fue por donde vino.
El pelinegro suspiró y tomó la pala por si ocurría nuevamente un ataque zombie y tenía que intervenir, estiró un poco sus brazos debido a que hace poco se había despertado, dió una patada a lo que quedaba del despertador y se dirigió a las escaleras para poder hacer lo que el lanzaguisantes anteriormente le había pedido, presentía que esto se iba a convertir en una rutina diaria.
...
En un lugar distinto pero no muy lejano se podía ver a lo que parecía ser una nuez gigantesca dando saltos de un lado para otro, al igual que los otros tipos de plantas mutantes está tenía un rostro y una maceta con tierra que usaba para transportarse, el lugar en el que se encontraba parecía tratarse de la sala central de una casa, aunque no tardó mucho en cambiar de ubicación al ir saltando hasta la cocina del lugar, cruzándose en su camino a otros como él, de diferentes tamaños y formas. Una vez en la cocina se dirigió al refrigerador con la intención de tratar de abrirlo para poder sacar algo que comer, sin embargo cuando estaba a punto de hacerlo no recibió un bocadillo si no un susto cuando el electrodoméstico fue abierto de la nada y alguien se asomaba por el mismo soltando un fuerte "¡Boo!"
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Plantas vs Zombies [Undead Flowers]
FanfictionNeighborville, un pueblo alejado del resto del mundo y conocido por muy pocas personas fuera de este, un lugar cuya existencia parece ser solo un mito al igual que los sucesos que caracterizan a este loco sitio, sin embargo alguien se la arreglaría...