57. Dongfang Qiu volvió a florecer

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Los dos permanecieron en el área prohibida durante más de diez días sin darse cuenta. Ji Yang no jugó mucho, porque Dongfang Qiu había estado muy energético estos días, y siempre que tenía oportunidad lo arrastraría por un tiempo. Ji Yang no tenía energía para jugar.

Antes de abandonar el área prohibida, Ji Yang pidió nuevamente a Dongfang Qiu que lo llevara al Lago Espiritual.

Lo que Ji Yang vio esta vez no fue un pequeño pueblo de montaña en las montañas remotas, sino una ciudad bulliciosa. Ji Yang sabía que finalmente había soltado el pasado

En la escena en el lago Espiritual, un automóvil amarillo entró en una comunidad. Solo unas pocas personas quedaron en la escena, la atención de Ji Yang se centró naturalmente en la mujer alta y elegante que bajó del automóvil amarillo.

La mujer parecía tener unos treinta o tal vez cuarenta años, pero debido a su vestimenta moderna y juvenil, parecía muy joven y era difícil adivinar su edad real. Ji Yang se preguntaba por qué estaba viendo a esta mujer, y luego vio que ella sacó del auto a una niña de once o doce años. La niña nació con un espíritu alegre. Aunque era un poco traviesa, todavía se portaba bien, lo que a Ji Yang no pudo evitar gustarle.

Ji Yang sintió una extraña sensación de cercanía hacia la madre y la hija. No entendía muy bien sus propias emociones, pero solo quería seguir mirando. Pero le preocupaba que Dongfang Qiu no pudiera soportarlo, así que lo miró.

Dongfang Qiu tenía una expresión relajada y sonreía ligeramente, dijo: "No hay problema, es raro que podamos venir aquí, no hay nada de malo en mirar un poco más. Cuando el Lago Espiritual pierda el control la próxima vez, también puedo llevarte a tu ciudad natal para que lo veas".

Ji Yang exclamó con sorpresa y alegría: "¿En serio? Entonces, ¿cómo podemos volver?".

"Deberían tomar cien años", dijo Dongfang Qiu con incertidumbre, y luego frotó el cabello de Ji Yang, "Hablaremos de esto más tarde. Puedes echar un vistazo a tu ciudad natal. cuando termines, regresaremos a la tribu".

"Hmm."

La madre y la hija ya habían entrado en una casa, que tenía aproximadamente cien metros cuadrados. Estaba decorada de forma muy cálida y tiene la calidez de un hogar por todas partes.

Ji Yang vio a un hombre gordo de mediana edad a través de una puerta. Estaba sentado en el escritorio de la computadora navegando por Internet. Se sentó perezosamente y encorvado, haciendo que su barriga pareciera aún más grande, como una mujer embarazada de seis meses.

La sensación de familiaridad de Ji Yang se intensificó aún más... ¿Papá?

El rostro de su padre había estado borroso en su mente durante mucho tiempo. Sólo recordaba su enorme barriga, que parecía tan estable y firme cuando se sentaba sobre ella.

En ese momento, la niña saltó hacia el hombre de mediana edad, se subió felizmente a su regazo y miraron juntos el video de la computadora. La cámara también se acercó a la niña, y solo entonces Ji Yang vio los dos marcos de fotos en la mesa de la computadora. Uno de ellos era... ¿él mismo cuando tenía catorce años?

El corazón de Ji Yang latió repentinamente más rápido y no pudo evitar exclamar: "Papá... mamá..."

No había duda, esta era su casa. Aunque no recordaba bien a sus padres y a sí mismo de niño, nunca podría olvidar esta foto de los tres juntos, porque era el fondo de la foto que siempre llevaba en su reloj de bolsillo y que había mirado innumerables veces. Por miedo a que alguien la descubriera, siempre había superpuesto una pequeña imagen encima. Con el tiempo, la foto se volvió borrosa y ahora solamente se podía ver el contorno.

┈ Mi Esposo es una plantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora