┈ Mi Esposo es una planta

28. La belleza en la habitación secreta

Ji Yang se durmió rápidamente acostado en la espalda de Dongfang Qiu. Cuando despertó, se encontró acostado boca arriba, rodeado de una luz tenue y un aire muy fresco. Podía ver vagamente ramas y enredaderas a su alrededor.

Ji Yang tardó un momento en reaccionar y entender dónde se encontraba, pero al sentir que estaba acostado en un lugar plano, volvió la cabeza y vio que era una pequeña cama, atrapada entre las ramas de un árbol, y entonces se dio cuenta de que estaba seguro¹.

Ji Yang sintió confusamente que estos troncos de árbol le resultaban muy familiares, pero no tuvo tiempo de pensar más en ello, cuando escuchó un sonido tenue proveniente de arriba.

Ji Yang dirigió su mirada hacia arriba y vio una silueta esbelta que descendía suavemente desde lo alto, al mismo tiempo que la luz a su alrededor se volvía más brillante, y las enredaderas que cubrían la copa del árbol se abrieron como cortinas en las cuatro direcciones.

"Dongfang Qiu.”

Los ojos de Ji Yang se iluminaron, se apoyó en los codos para incorporarse y solo entonces se dio cuenta de que estaba debajo del gran árbol de su propio patio, aunque no sabía cuándo Dongfang Qiu había colocado allí una pequeña cama para dormir, era realmente cómoda.

Pero al ver a Dongfang Qiu cayendo directamente hacia él, con una gran cantidad de enredaderas verdes detrás de él conectadas a la copa del árbol en todas direcciones, con una postura elegante y libre, sonriendo y abriendo los brazos hacia él, el corazón de Ji Yang dio un salto, y se despertó completamente.

Dongfang Qiu cayó suavemente sobre Ji Yang, empujándolo hacia abajo de nuevo, y dijo suavemente: "¿Despierto?”

"Hmm". Ji Yang asintió rígido, empujó el pecho de Dongfang Qiu y se sentó, descubrió que su muñeca ya no le dolía, sin pensarlo levantó la mano y la olió, efectivamente había un leve aroma fresco a plantas. Dongfang Qiu lo había vuelto a lamer.

Ji Yang miró a Dongfang Qiu con una expresión seria, y pensó para sí mismo: Todavía dicen que a los Orcos les gusta lamer a los humanos, pero resulta que los Zhiren no son diferentes.

Ji Yang terminó de pensar y miró a Dongfang Qiu, descubriendo que no había escuchado sus pensamientos, lo que le hizo suspirar aliviado. Después de tantos días juntos, Ji Yang se dio cuenta de que Dongfang Qiu solo podía leer los pensamientos de los demás si él lo deseaba, como en ese momento. Dongfang Qiu no quería escuchar sus pensamientos, por lo que no podía escucharlos.

Dongfang Qiu se sentó en la cama junto a Ji Yang, sonriendo y diciendo: "Hace unos días mandé hacer una cama, así puedo tomar el sol y mirarte al mismo tiempo".

La cara de Ji Yang se calentó, inmediatamente apartó la cabeza, aunque en realidad le gustó mucho lo que dijo Dongfang Qiu. Miró y descubrió que la cama era especialmente hecha, con forma casi elíptica², firmemente colocada entre tres troncos de árbol.

"Oh, realmente es muy agradable, la luz está bloqueada por ti, es más cómodo que en una habitación". Ji Yang le gusta la oscuridad sin fin, también le gusta la oscuridad vaga y borrosa, pero en la oscuridad, anhela tener un apoyo sólido, por lo que le gusta mucho esta cama, este espacio que puede disfrutar de la oscuridad y a Dongfang Qiu incluso durante el día.

Dongfang Qiu abrió una "ventana" aún más grande, y de repente, la copa del árbol se volvió brillante y luminosa. Ji Yang sintió un fuerte sobresalto en su cuerpo y gritó: "¡Ah! ¿Qué hora es ahora? ¡Todavía tengo que ir a la universidad hoy!”

Dongfang Qiu respondió con indiferencia: "Ya es demasiado tarde, ya te has asustado, así que olvídate de ir a la universidad hoy".

"No puedo, acabo de empezar la universidad, la gente se sentirá infeliz si siempre pido permiso".