Rodaje

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Seis de la mañana, lunes diez de julio de 2023, inicio de semana. El despertador suena, emite pitidos agudos y constantes. Un minuto después es apagado con un golpe. Es hora de levantarse.

Un chico bosteza y se talla los ojos, sus puños quedan manchados con pintura negra. Ah, cierto, no se lavó la cara la noche anterior, ni siquiera tomó una ducha, eso explica muchas cosas. La pintura de sus ojos se le corrió por toda el área, seguramente parece panda. Ayer fue interesante.
Se levanta con cuidado de la cama y enciende la luz, es cegado unos instantes. Cuando recobra el sentido de la vista, va en busca de sus pantuflas, pero a medio camino encuentra a su osito de peluche, a.k.a su peluche de apoyo, tirado en el suelo. Le pide disculpas y lo arropa en la cama, él no debería de estar despierto todavía.
Encuentra su calzado y se lo pone, pantuflas de osito, por supuesto.

Aprovechando, busca en un cajón de su closet ropa limpia y la toma en manos para ahora caminar al baño.

— Alexa, reproduce Red Wine Supernova de Chappel Roan en Spotify.

Red Wine Supernova de Chappel Roan en Spotify - La voz femenina responde y la melodía se pone en marcha.

Entra al baño y cierra con seguro la puerta, se despoja de su pijama y enciende la llave. Mientras espera a que el agua se ponga caliente, se mira al espejo y casi se ahoga. Sus ojos parecían torpemente imitar a los de un mapache, el rímel y el delineador son los responsables. Se miraba pálido, mucho más de lo común, también tenía glitter en todo el rosto y el cabello alborotadísimo, seguramente tenía vida propia.

— Ugh, me veo pésimo — Soltó un suspiro, pero eh, las risas de la noche anterior nadie se las quita ni el buen rato.

El humo del agua caliente proveniente de la ducha empaña a paso lento el espejo frente suyo y sabe que puede asearse ahora. Se quita la ropa interior y con cuidado, se incorpora al baño. El agua parece hacerlo espabilar de inmediato, arruga su nariz al contacto directo y sacude su cabeza, dejando caer cientos de gotas diminutas las cuales impactaron en la cortina de baño.

Baby, why don't you come over...? — Musitaba en su lugar, lavando su melena.

Con el jabón para rostro, meticulosamente limpió todos los restos de suciedad causados por el maquillaje, enjuagando perfectamente bien una vez concluido su trabajo. La vista se le nubló un poco, pero retomó con facilidad su tarea.

Falling into me... — Mientras murmuraba la letra de aquella melodía reproducida por la bocina, tallaba su cuerpo con la esponja cubierta de jabón olor a vainilla. Enjabonado de pies a cabeza, era turno de quitarse toda la espuma.

Una nueva canción comenzaba a reproducirse y no tardó en tararear la pieza musical. Cuando ningún rastro de jabón restaba en su cuerpo, cerró las llaves del agua y salió de la ducha. Se secó rápidamente, aplicó crema sobre su piel y procedió a vestirse.

It's a Femininomenon — Mascullaba mientras aplicaba serum en su rostro. Lo cierto es que lleva una rutina de skincare, la cual rara ocasión se olvida de hacer. Suero, contorno de ojos, crema hidratante y por último, protector solar, está listo.

Salió del baño, junto a él escapaba también el humo de la ducha. Seis y diez minutos, bueno, ahora era un récord. Caminó descalzo unos pasos hasta topar con su zapatera, el día de hoy apetecían unos converse de bota con plataforma.

Ahora, se dirigió al tocador, tomando un cepillo y peinando su cabello húmedo, sus hebras bicolores. Para ser sincero, su estado de humor dependía completamente en cómo se veía su cabello, y hoy necesitaba estar relajado.
El teléfono vibró detrás de él, contestó rápidamente.

¡Yo me opongo! - TomJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora