7. Una última noche

250 28 78
                                    


Pasaron varios segundos en los que ninguno de los dos dijo nada hasta que Xiao se incorporó ligeramente para entrar en el campo de visión de Zhongli.

—¿Qué piensas? —cuestionó—. Hoy tenías libre por la tarde ¿verdad?

Zhongli asintió con la cabeza y retiró un mechón que caía por la mejilla de Xiao, para poder verle bien.

—Sólo pienso... no sé, en todo —murmuró—. Debo de haberme vuelto loco.

—Yo también, muy loco. —Xiao se aventuró a dejar un beso en sus labios aprovechando la cercanía—. Pero nunca me había sentido tan vivo.

Ambos se miraron a los ojos y Zhongli descubrió algo que le asustó un poco. Ese brillo en los ojos del menor y su deseo de cercanía. Podría ser el orgasmo, o podría ser algo más.

—Deberíamos ducharnos —propuso. En realidad sí que necesitaban una ducha urgente.

Xiao asintió y una sonrisa sincera cruzó su rostro. Puede que el golpe de realidad le hiciera sentirse arrepentido, pero en ese instante solo podía pensar en lo feliz que era entre los brazos de Zhongli.

Scaramouche estaba con Lumine a su lado, esperando a sus amigos durante la hora de descanso. Venti apareció por primera vez en varios días, abrazado al brazo de Aether y con una sonrisa que jamás había visto.

—Hola, chicos ¿qué me he perdido? —preguntó Scaramouche cuando llegaron.

—Algunas cosas —comentó Aether con la misma sonrisa boba y miró a ambos—. Pero podemos ponernos al día ahora.

Venti esperó a que el rubio se sentara para hacerlo sobre su regazo. Ese día llevaba unos pantalones negros porque hacía un poco más de fresco.

—Siento haber desaparecido, mi padre me encerró en casa —explicó por encima Venti.

—Deberías salir de esa casa —respondió Scaramouche—. Xiao sigue sin aparecer, su madre lo está buscando y ha venido a mi casa, pero nadie sabe nada. Este idiota podría habernos dicho algo aunque sea para cubrirlo.

—¿Creeis que podría haberse ido con su padre? —cuestionó Aether, aunque claramente no se estaba refiriendo a Zhongli. Xiao tenía buena relación con su padre biológico, aunque casi nunca se veían porque se pasaba la mayor parte del tiempo viajando.

Scaramouche negó con la cabeza y se acomodó mejor en la silla.

—No, ayer dijo su madre que su padre iba a venir hoy a ayudarla, que no estaba con él.

—¿Y si le intentamos llamar? —propuso Venti—. No le llegan los mensajes, pero a lo mejor solo ha quitado internet del móvil por si su madre intenta localizarlo.

—Podríamos probar —respondió Aether y, sin moverse mucho para no quitar a Venti de su regazo, sacó su móvil del bolsillo.

Venti acabó abrazándose después al cuello de Aether. Aún le daba un poco de miedo que tuviera sentimientos por Xiao y por alguna razón le reconfortaba estar así con él, sentir su piel y abrazarlo. Nunca le habían visto con pareja porque nunca había estado con nadie, pero Venti demostraba su amor con mucho contacto físico. Desde que Aether lo rescató de su propia casa no se había separado de él, no había dejado de darle besos, pero no había ido más allá aún pues no se sentía preparado.

—Parece que no coge el teléfono —dijo Scaramouche—. ¿Dónde puede haber ido? Si no tiene más amigos.

El silencio se extendió por el lugar mientras todos pensaban, incluso Lumine le estaba dando vueltas al tema.

Llámame papi (Zhongxi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora