Se iba a ir después de terminar de comer. Solo observaba al grupo reunido; necesitaba reunir información, y lo principal era conocer sus apariencias. Sabía con quién trataba solo con verles a los ojos; no tenía que preocuparse por su alrededor, cada uno de ellos tenía inocencia y pureza. Ninguno había tomado una vida aún.
Por lo tanto, podía bajar un poco la guardia alrededor de ellos. Solo veía en sus ojos lujuria y diversión por la vida, como cualquier otro universitario corriente.
Se habría ido hace mucho tiempo, pero las mujeres que se había encontrado y que le dijeron dónde estaba el bar lo habían seguido, queriendo saber más sobre su vida.
Era bastante tierno ver a estas mujeres, cómo sus ojos lo devoraban. Si tan solo supieran cuántas mujeres había tenido en su vida; incluso había estado con algunas asesinas y mercenarias en sus misiones.
Eran bastante buenas en su trabajo; su resistencia era de ensueño, pero no quería recordar la vida que estaba tratando de superar.
Le habían dado una nueva oportunidad, aunque era confuso y aun se sentía algo nervioso al ser arrastrado por la fuerza a este lugar.
Su trabajo le había hecho desarrollar nervios de acero a pesar de las pesadillas y horas de insomnio que le pesaban en el cuerpo.
Ambas chicas eran bastante tiernas, tratando de coquetear sin éxito; estaban algo borrachas.
"Oppa" "Oppa".
Movía un poco su lujuria al ser llamado así; era bastante lascivo, ya que no estaba acostumbrado.
Vio cómo reían y charlaban. Después de una hora de estar bebiendo y comiendo, ambas mujeres estaban en una situación difícil: una sola podía mantenerse en pie mientras que la otra ya estaba inconsciente.
Con un poco de maniobras, tenía a una mujer en su espalda mientras que la otra estaba apoyada en él, sosteniéndola por la cintura con su brazo. La que había estado coqueteando activamente con él era la que estaba en su espalda.
Podía ver a la mujer sostenida sobre él: su rostro sonrojado, su piel blanca y elegante junto a su largo cabello rubio. Tenía unos fuertes ojos color amarillo pálido; solo podía ver pureza en ellos.
Era bastante tierna como se comportaba borracha y avergonzada.
Su nombre era Yoon Min-Ah; tenía un busto impresionante, pero podía decirlo con total seguridad: no necesitaba su experiencia como asesino o mercenario para darse cuenta de que esta mujer era ingenua, muy fácil de chantajear o persuadir. Se sorprendía de cómo no había aparecido un cabrón como él para tomarla y nunca dejarla salir hasta romperla.
Cada vez que la llamaba "Sunbae", se sonrojaba y temblaba inconscientemente.
Al parecer, solo había tenido contacto con pocos hombres; tenía algún tipo de novio y un hermano pequeño que era hermano de una de sus pocas amigas.
Estaba algo cansado; quería irse a la cama. Acompañó a ambas mujeres borrachas mientras inconscientemente el cuerpo de Min-Ah chocaba con el suyo o tal vez lo hacía a propósito. Veía el brillo en sus ojos, ese destello pervertido.
Caminaron por las calles durante la noche; podía ver cómo los asalariados salían de su jornada laboral o algunos viejos borrachos con trajes de oficina mientras hacían su camino hacia casa.
Estuvo un buen rato llevando a ambas mujeres mientras balbuceaban incoherencias debido al estado etílico en el que se encontraban.
Entró a un hotel; decidió pagarles una habitación y dejarlas juntas. Era complicado sacarles información mientras estaban borrachas e inconscientes.

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Bastardo afortunado
De TodoUn hombre que fue engañado por su pareja y, después de haber caído en un abismo profundo, despierta con un sistema en un mundo bastante caótico. Los manhwas mencionados no son míos y las imágenes no son mías; todos los derechos pertenecen a sus resp...