Por favor

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Elisa revisó los estudios de Brenda, con el paso de los dias su corazón estaba siendo resistente, sin embargo era inevitable el trasplante.

Ella tenia muchas ganas de mostrarle el mundo exterior de diferente manera, de la manera que Brenda se merecia ahora vivir.

-Elisa-habló Thalia llegando a su lado, la chica volteó a verla, la rubia le extendió un café y Elisa sonrió, ambas comenzaron a alejarse de esa isla de información.

-Como estás?-la rubia preguntó, y Elisa la vió sin entender porque la pregunta-Creo que han sido dias dificiles-

-Si....algo, lo normal en un hospital que esta lleno de pacientes a diario-la castaña estaba siendo sincera, lo único bueno era que al final del dia, dormia con la pelinegra.

-He salido con Nelly bastantes veces ya-observó a Elisa mientras hablaba y la chica asintió para seguir escuchando-Ella es realmente linda-

Elisa quiso reir, la verdad es que le parecia imposible que Nelly se portara bien, ella no lo creia tan posible.

-Es...bueno...no?-Elisa de verdad estaba aguantando la risa, no sabia que decir, su amiga nunca habia mostrado ninguna otra cara mas que la de querer con cada mujer de cualquier lugar. Asi era ella.

-Supongo?-Thalia veia sus ojos, queria una respuesta de Elisa pero al parecer no la conseguiria.

-Mira Thalia, sabes que no te mentiria, yo no le he conocido nada estable a Nelly-Elisa pensó un momento. Todos merecian una segunda oportunidad, cierto? Tal vez en esa ocasión era diferente.

-Deberias darle una oportunidad, y ver que sale-la castaña ofreció y Thalia asintió-En verdad podriamos llevarnos una gran sorpresa-

-Dra. Galina!-llegó una acelerada Vic a su lado, ella volteó a verla-Es la señorita Arriaga-

Todo en el cuerpo de Elisa se paralizó por un instante, salió corriendo hacia el cuarto de la chica, no supo como, pero llegó en menos de lo que pensó.

Brenda no podia respirar. Sus labios se comenzaron a poner morados, y Elisa corrió hacia ella.

La pelinegra estaba asustada, su pecho dolía, y era incapaz de respirar bien. Elisa colocó una mascarilla de oxigeno.

-Respira Bren, respira-la mano de Elisa sobre la mascarilla de la pelinegra estaba sudada, su ansiedad conforme veia el estado de la chica delante de ella la hacia sentir mas preocupada.

La mano de Brenda se aferró a su brazo, y Elisa la observó al sentir su toque. Vió como lagrimas se acumulaban en sus ojos y ella misma sentia los suyos humedecerse al ver su estado.

-Respira profundo, tu puedes Bren-Elisa revisaba el monitor junto a ella, aun mantenia sus picos-Por favor-la voz de Elisa comenzaba a ser casi un susurro, en el momento que Brenda cerró los ojos y su mano perdió fuerza.

La chica volteó al monitor, la linea continua ahora visible.

-Desfibrilador!-Elisa mantenia la cabeza fria, sabia que la chica delante, dependía de nuevo de ella.

-Vamos Brenda, no me hagas esto-la chica bajó la bata de hospital un poco, para poder proceder.

Y parecia un deja vú, que su mente habia dejado a un lado, del primer dia que la vio en urgencias.

-Carga a 400 voltios-tomó las paletas y colocó el gel-Despejen!-el impacto de la electricidad con su cuerpo hizo que la pelinegra se elevara.

No respondió.

-Carga a 600 voltios, despejen!-Elisa comenzaba a sentirse desesperada en este punto, volvió a aventar la carga mayor en la chica pelinegra, el sonido continuo, se metia en sus oidos haciendo que su propio corazón doliera.

Checó el latido de Bren, en el monitor, y volvió a ver picos en él, ella respiraba con fuerza.

Brenda volvia a respirar.

Elisa dejó las paletas en el carrito del desfibrilador y se acercó junto a Brenda, la chica con los ojos cerrados, y Elisa con los ojos llorosos.

Revisó su oxigenación, iba en aumento. Los latidos volvian a la normalidad pero lo que ella sentia, no.

Ahora entendía porque decian que esto no era buena opción, ella sentia que sus latidos disminuian junto con la pelinegra en ese momento.

Suspiró, colocando todo en su lugar correctamente, la mascarilla la dejó bien fija en ella, y los sensores los colocó en lugares en especifico que sabia que tenia que tener bien vigilado.

Las enfermeras movieron el tiempo de goteo del suero, y se retiraron, dejando a Elisa con Brenda.

Elisa se sentó un momento en el sillón del lado de ella, sentia como una sensación en el pecho, ella sabia que se habia enamorado de la chica que ahora dormia, necesitando recuperar fuerzas.

También sabia, que el tiempo de Brenda era cada vez menos.

-No te vayas, por favor no te vayas-las palabras de Elisa salian como pequeños susurros, tomó la mano donde estaba la pulsera que compartían, la chica pelinegra respiraba de nuevo tranquilamente, pero Elisa comenzaba a ser mas débil delante de ella.

Elisa entonces, prometió cuidar de ella cada dia, y cada noche, ella no podría dejar a esa chica ir tan fácil.

Miró su rostro, tranquilo y con la mascarilla ayudandola a respirar, ella necesitaba mantenerse fuerte por ambas.

Esperaba que Brenda y su corazón, se aferraran tanto a ella, como la doctora se aferraba a mantenerlos con vida.

Diana entró por la puerta corriendo, Elisa volteó a verla. Las lagrimas se hicieron presentes en el momento que su amiga se arrodilló delante de ella y la abrazo.

-Todo esta bien Elisa, lo hiciste excelente-repetía Diana abrazandola y acariciando su espalda reconfortantemente.

-Ella se va lentamente-decia entre pequeños sollozos-No quiero que se vaya-

-Lo sé bebé, lo sé-la de pediatria suspiró. Ella no queria ver sufrir a su amiga de esa manera.

Diana cerró los ojos pidiendo a cualquier ser que le diera otra oportunidad a la chica que ahora dormía en la cama.

Pedia que le dieran un chance, a esas dos que tan mágicamente estaban unidas.

La manera en que Elisa queria a Brenda.

Era la misma manera en que Brenda queria a Elisa.

Ellas merecían una oportunidad de estar juntas.

Eso era lo unico que pedía Diana para ellas dos.

/-/-/-/

Hola clubes y aliadxs!

Otro capitulo mas, ealeee.

Yo amo seriamente a estas Brenda y Elisa, este entorno lo hace todo mas diferente y bonito.

Gracias infinitas por leer.

Disparo Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora