Enteuxis

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Elisa nunca habia sido creyente, ella creia en la ciencia como su profesión lo respaldaba, creia que todo tenia un inicio y fin cientifico, porque habian cosas en su campo que lo demostraban. Pero en esta ocasión queria que todo saliera bien, no importaba si por alguna divinidad, por la ciencia, o ambas.

Su dia habia comenzado desde temprano, apenas llegó Thalia, ella ya la estaba esperando en la oficina.

-Elisa, buenos dias-saludó la directora, que para sorpresa de Eli, llegaba con Nelly.

-Hola blanca-saludó con una sonrisa la pelirroja, llevaba una lonchera con dos tuppers de comida y dos termos. La castaña la observó, la versión hogareña de Nelly jamas la habia conocido.

-Hola Thal, hola Nelly-la castaña hablaba pero seguia viendo como Nelly colocaba en el escritorio un termo y un tupper, y después cerraba la lonchera para quedarse ella con lo demás.

Al final, tanto Thalia como Elisa estaban sorprendidas por Nelly.

-Venia para que me des órdenes Thalia-agregó y la rubia asintió, claro que todas estaban expectantes por eso.

Nelly se acercó a Thalia para darle un beso de despedida-Nos vemos al rato-felizmente caminaba a la salida viendo hacia Elisa.

-Suerte Eli-la pelirroja lo decia en serio, esperaba que todo saliera bien con Brenda, Elisa asintió agradeciendo y su atención volvió hacia Thalia.

-El organo ya viene en camino, tenemos tiempo para empezar con todo el proceso con tranquilidad, prepara a Brenda y te aviso cuando esté todo listo en el quirofano-Thalia avisó, y Elisa asintió.

-Mantén la calma, lo haremos bien-la rubia intentaba tranquilizarla, pero era un poco dificil, cuando a la que operas es a tu novia.

-Lo sé-Elisa respondió, y salió de la oficina.

En el camino, su localizador sonó. La llamaban de sala de espera.

....

Al llegar encontró a dos señores esperando por ella. Eran los padres de Brenda.

-Hola buenos dias-saludó amablemente la castaña.

-Dra. Galina, un placer conocerla-el señor estiró su mano, y Elisa la aceptó.

-Como esta mi hija?-preguntó ahora la señora, Elisa los observó, Brenda era muy parecida a ambos.

-Estamos a punto de realizar la operación de trasplante, tuvimos suerte y tomó menos tiempo del esperado conseguir el órgano-Elisa explicaba con tranquilidad, ambos señores respiraron con mas tranquilidad en cuanto escucharon eso.

-Muchas gracias por lo que hace por ella-la señora lo decia en serio, su preocupación era latente.

-Ella no nos dejaba entrar en su vida desde que esto empeoró, intentamos muchas veces pasar esa barrera que tenia con las personas a su alrededor, pero solo nos alejaba-Elisa escuchaba con atención a la mamá de Brenda, la que ahora era su suegra. Y la entendió, ella pasó por eso.

-Gracias por avisarnos sobre esto, posiblemente no nos enterariamos, nos decia que estaba bien cada vez que teniamos que salir de viaje-ahora era el señor quien tomó la palabra.

-Gracias por cuidar de ella-Elisa asintió a las palabras de su suegro. Ella cuidaria siempre de Brenda.

-Entraré a prepararla para la cirugia, en cuanto todo termine, saldré a avisarles, de acuerdo?-los señores asintieron, y Elisa se alejó de ellos. Era hora de ver a su novia.

....

-Hola mi amor-Brenda la saludó en cuento entró a verla, y Elisa sonrió.

-Hola mi amor-contestó mientras le daba un beso, ella necesitaba sentirla con ella. Tenia miedo.

Disparo Al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora