Be My Alfa| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSE

❥︎Parte 27

Sus comentarios bonitos me llena el corazón, so ya saben que hacer para motivarme a actualizar ;) (comentar mucho)

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Aún no habían vuelto a vivir juntos, simplemente no era tan fácil como besarse, coger todas sus cosas y volver. Y Jimin lo entendía, pero sabía que cada vez lo tenía más cerca, pronto volvería a despertar viéndolo babear.

A pesar de eso, ya no se veían cada tres días por el asunto de la terapia, ahora era a diario. De vez en cuando Yoongi lo recogía en el hospital y otras veces Jimin era quien lo hacía.

Pasados quince días, la terapia había sido reducida de dos horas, a una y, en ves de dos veces a la semana, solo un día. Aquel avance los había hecho notablemente más cercanos.

—Estoy gordo.—Declaró, viéndose frente al espejo de su guardarropa.

Y por supuesto, su físico le estaba suponiendo un problema en el proceso de conquistar a su alfa. Jimin estaba consciente de que Yoongi lo amaba, todo de él, incluyendo su cuerpo, pero empezaba a dudar viendo como cuerpo se estaba deformando significativamente.

Y eso que su barriga había crecido a penas ser notada, era como si hubiese comido un montón, nada de que preocuparse. Pero ya no veía su cintura marcada, sus muslos habían crecido más de lo que creía que lo harían, igual que sus brazos o sus mejillas.

Solo quería llorar.

—No estás gordo.—Taehyung lo contradijo, mirando por detrás como el omega tiraba de sus muslos y hacia muecas de desagrado.—Solamente no estás tan delgado como antes.

—Por eso, gordo. Me veo mal de esta manera, jamas habían crecido tanto mis brazos.—Siguió.—Y si yo lo noto, él también.

—Pues yo no lo noto, estás paranoico.—Insistió el castaño.—No te ves mal, tu cuerpo debe crecer con el bebé; eres médico, lo sabes.

—Pero eso no quiere decir que luzca bonito mientras el bebé crece.—Se mordió los labios, unas ganas de llorar terribles invadiéndolo.—Pronto se me van a hinchar los tobillos y me crecerá más la cara, ya ni siquiera me veo atractivo. ¡Por eso nunca se queda a dormir!

—¡Jimin!—Gritó el otro, interrumpiendo el monólogo autodestructivo del menor, viéndolo romper en llanto a través del espejo.—Tranquilo, no puedes torturarte de esta manera.

—Es que- yo no quiero no gustarle, ha sido mucho hasta ahora.—Sorbió su nariz.—No quiero arruinarlo.

Era lo único que pasaba por su cabeza en aquellos días desde que volvieron a verse manera recurrente y se robaban besos sin vergüenza a cada raro. Los toques suaves en el rostro y las manos del alfa apretando sus caderas tampoco faltaban en aquellos besos cargados de pasión y amor, pero nada más.

Se había dado cuenta del cambio físico que estaba dando y con el paso de los días, y si él lo hacía, Yoongi obviamente también. Seguro había visto que las curvas de su cuerpo iban desapareciendo, que pesaba considerablemente más y por eso no lo subía en sus piernas, por supuesto.

¿Qué otra razón habría?

El único paso que les faltaba dar era volver a vivir juntos, pero por lo demás estaban genuinamente bien. ¡Yoongi incluso había comenzado a hablarle al bebé también!

Eso después de pillarlo haciendo la comida mientras mantenía una profunda charla con el feto de cómo debía condimentar el pollo para que saliera perfecto del horno.

Besa su barriga más veces al día que lo que lo besaba a él y sonreía como un tonto al recostar su cabeza del costado de su estómago y simplemente estar allí.