-No puedes simplemente decidir algo así y marcharte sin siquiera escucharme- Jason es un hombre sumamente protector, mierda, claro que lo es, y nadie puede culpar lo es el hijo del maldito Batman, la paranoia es parte de la familia del murciélago.
-Necesitan ayuda y tu no puedes venir, has estado enfermo y no voy a dejar a Lian sola- se defendio el idiota que se hace llamar su pareja.
-Precisamente Royer, estoy enfermo- reclamo- debería ser suficiente para hacer que quieras quedarte.
Roy suspiro.
Jason llevó sus manos a sus caderas.
-Solo- suspiro- por favor, no aquí- señalo con una voz tan irritada como agotada.
-Si no es aqui, sera en casa pero de que tendremos esta maldita conversación, vamos a tenerla- señaló con un gruñido- no puedes dejarnos así
-Estarán bien, Alfred va a cuidarlos
Claro, en la mente de Roy esto parece lo ideal, no estarán solos y estarán a salvo bajo el cuidado de Alfred, pero para Jason no es suficiente y no podría serlo, con un suspiro de frustración Jason se pasó una de sus manos por sus cabellos, frustrado. La tensión en el aire era palpable, y su pecho lo presionaba ante cada palabra que salía de los labios de su pareja.
-No se trata de Alfred, Roy. No se trata de quien esté con nosotros, se trata de lo que podría pasar y no puedo quedarme aquí sin hacer nada mientras tu te lanzas a una misión prácticamente suicida como si no fuera.
Roy se cruzó de brazos con la mirada fija en Jason.
-Y yo no puedo quedarme aquí sabiendo que hay gente en peligro, no puedo ser espectador mientras el mundo en el que Lian crece se va al carajo.
-Pero yo tambien te necesito aqui- Jason apretó los dientes, sintiendo como su frustración se convertía en algo más peligroso, pues esta se transforma en ira- No puedo perderte Roy, no ahora-
Roy dio un paso adelante tanteando el terreno y sobre todo la paciencia de su pareja.
-¿Quien dijo algo de perderme?- expresó- no digo que no me necesitan aquí, pero se están perdiendo vidas Jason, es indispensable que vaya.
- ¡No! - Jason levantó la voz, la desesperación brilla en sus ojos- ¿Qué pasa si te pierdo?, ¿Que le diria a Lian?, ¿Como podria criar a nuestro hijo si tu no estas?
Fue un momento en que su voz fue más rápida que su mente y aquella confesión se liberó antes de que siquiera pudiera procesar lo que ha dicho, las manos de Jason se apresuraron a sus labios como si intentara callar lo que ya había gritado, su mirada fija en su pareja demostraba que en efecto no había mentido, los presentes contuvieron el aliento, nadie habria esperado que Jason confesara algo así en un momento como este.
- ¿Nuestro hijo? - Roy se acercó a él, importando poco si Jay llega a agredir por la frustración su mente y corazón- ¿Estás embarazado?
-No- mintió Jason cerrando los ojos en un intento de convencerse de que no la había cagado ya- solo tengo un parásito en el estómago.
La mirada de Roy se transformó dejándole ver la infinita ternura que lo invade en este momento.
-¿Un parásito?- pregunto con una voz suaveJason sintió una punzada en el corazón, claro que no deseaba decirlo de esta manera, él quería algo lindo, una cena o quizá un evento especial, no una discusión.
-Si, un parásito- murmuró casi en un susurro.
Roy lo abrazó dejando que Jay se acurruque en su pecho con un suspiro, la calidez de su pareja le brindó algo de consuelo.