✨MPREG 2024✨
✨Antojos✨
✨Pareja: COSMO Y WANDA✨Todo es tan extraño y sobre todo nuevo han pasado Miles de años desde el nacimiento del último ser mágico, siendo este el mismo que trae a la vida al primero en siglos, Cosmo es el primero de su generación, y probablemente el último en experimentar un embarazo, y ha decir verdad no todo es color de rosa, o verde en este caso, no, las cosas se han complicado más de lo que alguna vez pudieron imaginar, los vómitos son el pan de cada día, prácticamente vacía el estómago unas seis veces al día, mierda, no tolera el aroma de Timmy, solo verlo le provoca vómito, sin embargo existe algo de Timmy que le llama la atención.
-Anda Wanda, solo una- intentaba convencer a su esposa, pero Wanda es tan firme como la vida se lo permite.
-No Cosmo- dijo ella- no está bien, son las tarjetas coleccionables de Timmy.
-Pero Wandaaaaaa- se quejó formando un hermoso puchero en sus carnosos labios- podemos conseguirle otras.
-Sabes que no sería correcto- insistió - Cosmo no vamos a quitarle sus tarjetas a otro niño solo por un antojo
Sentenció, aunque de alguna manera Wanda sabe que no ha ganado esta discusión, el puchero de Cosmo comenzó a temblar pues la frustración, las hormonas y sus malestares lo han convertido en el ser más sensible del universo entero.
-Oh, vamos cariño- susurro- encontraremos algo más ... apetitoso- intentó convencerlo con una voz algo insegura, sabe que si Cosmo quiere esas tarjetas será poco probable que se las saque de la cabeza.
Esto, lejos de calmar a su esposo pareció ofender lo, pues terminó liberando un jadeo ansioso ofendido a la par que se cruzaba de brazos dándole la espalda.
-Uhm- enfatizó su molestia.
-Cosmo- lo llamo .
-Uhm- respondió.
-Yo no soy tu madre Cosmo, yo no voy a ceder ante tus rabietas
Cosmo la observó de reojo.
-No me importa, no vamos a destruir la propiedad de Timmy teniendo otras opciones de alimento.
-Seguro a Juanissimo si le dejarías comerlo.
Wanda se congeló de todo lo que pensó que Cosmo le diría para salirse con la suya, la mención de Juanissimo jamás cruzó por su mente, observó a su esposo y pudo ver ese brillo tan molesto en sus ojos, ese brillo que le indica que Cosmo sabe exactamente lo que está haciendo y que es consciente de que a golpeado un punto sensible en ella, Juanissimo es un problema en su relación, esto debido a que él no la ha superado y aún hoy en día sigue buscándola, sigue insistiendo, rogando por el regreso de ese amor que terminó hace ya tantos siglos, quizá deba hablar con Papi, seguramente él lograra hacer que los deje tranquilos, negó con la cabeza.
-Eso no es para nada justo Cosmo...Deja de ignorarme- pero Cosmo ni se inmuto de su presencia- Cosmo ... .Agh, Está bien- se rindió con un suspiro dejando escapar su frustración- anda ve y toma las tarjetas de Timmy.
-¡SI, SI, SI, SI!- en un parpadeo se encontraba abrazando a su esposa, tanto como le es posible con ese vientre tan estorboso-¡GRACIAS WANDA!
-Uhm, de nada cariño- pasó sus dedos por los verdes cabellos de Cosmo, besado su frente- anda, disfrutalas- y con el brillo de su varita hizo aparecer el montón de tarjetas para su amorcito, manipulador y berrinchudo pero a fin de cuentas su amorcito.
Cosmo disfruto del sabor de esas tarjetas, aunque alguna que otra no era del todo deliciosa cumplia con su función, satisfacer al pequeño ser mágico que crece en el vientre de Cosmo, sin embargo no es suficiente y jamás lo sería, crear una vida tan bella y poderosa como lo es un hada, conlleva a una gran ingesta de cosas cuestionables, como aquella tarde en casa de Don papi Mafia.
-Tranquilo Cosmo- decía el Hada mayor acariciando los cabellos de su yerno quien terminaba de liberar su estómago y sus malestares- se que es incomodo y dificil, te lo diré yo que tuve el 2 x 1 en niñas.
-No lo entiendo- su voz cansada se hizo presente- ayer le gustaban los arándanos- gimoteo sosteniendo aquel cesto de basura.
-Así funciona esto, un día podrás comer todo lo que quieras sin problemas y al siguiente no podrás siquiera sentir tu propio aroma sin desear arrancarte la nariz.
-Nadie me dijo que sería tan horrible- el cesto en sus manos desapareció reemplazandolo con una servilleta para sus labios.
-Nadie nunca lo recuerda- aseguro- es horrible, si, sientes que tu cuerpo te odia a cada segundo del día y ni hablar del parto, eso probablemente es lo peor.
La expresión de Cosmo demostró el horror que sentía ante aquellas declaraciones.
-Papi- Wanda intervino- No lo asustes.
Don Papi Mafia levantó una mano para hacerla callar.
-Pero cuando todo ese dolor y malestar termina, y el médico coloca en tus brazos aquella hermosa bolita de colores, tan pequeña e indefensa, cada segundo de este malestar valdrá la pena- el rostro de Papi demuestra el amor infinito y esa sensación de cariño que crece en su interior al recordar el momento en que conoció a sus niñas- así que si, Cosmo, es un asco, doloroso y te hace replantearte el porqué decidiste embarazarte- rio un poco- pero cuando ese pequeño venga a este mundo, sabrás que no importa lo que haz pasado porque valdrá la pena.
-Oww, papi- Wanda se sentía conmovida por las palabras de su padre y no tardó en ser recibida por aquellos brazos que siempre la han protegido.
-Y nunca dejan de ser tan lindos como el primer día- Aseguró
Cosmo se quedó en silencio, viendo a su esposa y suegro, llevó sus manos a su vientre acariciando el mismo y preguntando a sus adentros si las palabras de Don Papi serán verdad o solo es producto de su aparente dependencia a sus hijas, en silencio pudo sentir como su pequeño se movía en su interior causando una enorme sorpresa en él, pues hasta el momento jamas lo habia hecho y ahora era como si tratara de decirle "oye papi no te preocupes, todo estará bien", los ojos de Cosmo se llenaron de lágrimas que se negó a derramar, lágrimas que no pasaron desapercibidas.
-¿Cosmo, cariño que sucede?- preguntó Wanda.
-Nada...- susurro decidiendo guardar ese momento solo para él- es solo que quiero Brownies.
-En seguida, Wanda princesa ve a ordenar que le preparen aquel postre- ordenó liberando a su hija de sus brazos.
-Claro papi.
Si, Cosmo fue el último bebé mágico en venir a este mundo y está seguro que su bebé además de ser el primero en nacer después de tantos siglos, también es él bebé mágico más amado de todo el universo y que sin importar nada, será un niño feliz, amado y protegido por su familia, pero también sabe que las palabras de Don Papi son reales, pues ese simple pero sutil movimiento en su interior fue suficiente para hacerlo olvidar su malestar.