Eres mi corazón

juntos para siempre

Lucas estaba enamorado de Clara, una chica dulce y encantadora que iluminaba su vida con su sonrisa.

Pasaban horas juntos, explorando los campos de flores, riendo y compartiendo sueños.

Su amor era el tipo que parecía invencible, un vínculo que no conocía límites.

Un día, mientras caminaban por el bosque, Lucas y Clara encontraron un viejo árbol con un tronco ancho y raíces profundas.

Decidieron sentarse juntos bajo su sombra y hablar sobre el futuro que ambos deseaban.

Pero de repente, un brillo deslumbrante llenó el aire y, en un instante, Lucas sintió como si todo a su alrededor se desvaneciera.

Cuando recuperó la conciencia, se encontró flotando en el cielo, rodeado de nubes suaves y luminosas.

Miró a su alrededor, confundido, hasta que su mirada se posó en una figura familiar: era Clara. Ella estaba allí, radiante y feliz, y su risa resonaba como música celestial.

Lucas comprendió que había entrado en un mundo que superaba cualquier concepto de la tierra, un lugar donde el amor era eterno.

Al principio, la sorpresa lo invadía, pero al ver la alegría en el rostro de Clara, comprendió que no estaba solo.

Su amor había trascendido la vida misma, llevándolos a un lugar donde podrían estar juntos por siempre.

Juntos, exploraron este nuevo cielo.

Volaban sobre paisajes coloridos, donde cada estrella brillaba con la intensidad de su amor.

Había ríos de luz y montañas de cristal, y Lucas se dio cuenta de que no había nada que temer, porque siempre estaría con Clara.

A medida que pasaba el tiempo, Lucas entendió que no importaba cómo habían llegado allí; lo que realmente importaba era que estaban juntos, viviendo un amor que era tan vasto como el mismo universo.

Desde ese día, Lucas y Clara continuaron escribiendo su historia en el cielo, un cuento eterno de amor que nunca se desvanecería.

¿FIN?