En un parpadeo [FreenBecky] [Adaptación]

Capítulo 17

-¿Qué es ese olor tan agradable? -preguntó Ling apenas entró a la cocina de su casa-. Freen llevaba un delantal blanco sobre la ropa que vestía.

-Me desperté con ganas de hacer pastel -dijo Freen sonriendo ampliamente-.

-Sólo haces pastel cuando estás muy feliz -dijo Ling, después de todo, conocía a Freen desde hacía mucho tiempo-.

-Y, efectivamente, lo estoy. Hoy Rebecca sale del hospital -dijo emocionada-. ¿Puedes mirar el pastel por mí?

-Siempre lo estás -se burló Ling, riendo-. Claro que miro, después de todo te vas a ir.

-Es que no habrá tiempo para...

-Ya sé. Es lo mismo de siempre: Tú preparas la tarta y yo me la como -dijo Ling riendo-.

-Perdón -dijo Freen, girando la comisura de su boca-.

-¿Estás bromeando? ¡Adoro eso! -afirmó Ling-. ¿Y ésta cesta de chocolate de aquí? ¿Quién te la regaló? -preguntó mientras Freen tomaba sus manos detrás de su espalda para desatar su delantal-.

-No me lo regalaron. Lo compre -dijo desatando la corbata del delantal y quitándoselo del cuerpo-.

-¿No era Rebecca sólo una amiga? -preguntó Ling con una mirada sugerente y su ceja levantada-.

-Y lo es, ¿de acuerdo?

-Sabes que este montón de corazoncitos aquí, este osito de peluche y chocolates en forma de corazón demuestran algo más, ¿verdad? -preguntó Ling riendo y Freen resopló-.

-¿Quién dijo que son para Rebecca?

-Dijiste en el hospital que le comprarías chocolates. ¿Vas a decir que no?

-Ok. Lo son, pero ella tiene mente de niña, por Dios, deja de decir estupideces.

-Freen, no te estoy regañando -dijo Ling con calma-. Pero debes asumir que ella te mueve, es visible.

Freen suspiró y se sentó, girando la comisura de su boca.

-¿Es tan obvio?

-¿Por qué estás vestida así? ¿Eres consciente de que tienes maquillaje? Odias el maquillaje -Freen se rió, pero se sonrojó-.

-Es sólo delineador de ojos, Ling. Todavía odio el maquillaje. ¿Entonces, mejor no le doy estos chocolates? -preguntó confundida-.

-¿Qué? No. ¡Totalmente no!

-¿Entonces qué hago?

-Continúa con lo que estás haciendo -Freen arqueó una ceja-.

-¿Crees que debería hacerlo? Su madre se dará cuenta de algo. Dios, dónde está mi cabeza...

-¡Saro! ¡Calma!

-Ling, siempre, siempre, hago todo mal -dijo dejando caer los brazos sobre la mesa-. Simplemente no sé qué hacer. No debería pensar en ella de esa manera, pero es tan pura y...

-No quería asustarte diciendo que parecía romántico, sólo quería decirte que no deberías mentirme a mí y, sobre todo, a tí misma -dijo Ling, llevando una mano al hombro de Freen y acariciando el área-. Eres paciente, Saro, así que sigue tu corazón y todo estará bien.

-¿Lo crees? -preguntó Freen-.

-Lo creo, ahora lárgate de aquí porque ese pastel es mío -dijo Ling sonriendo al ver a Freen reír y arrojarse a sus brazos, en un fuerte abrazo-.

-Te amo, pero por favor cierra la maldita puerta, porque definitivamente no es normal que yo sepa de memoria cómo luce el cuerpo de tu novia sin ropa -dijo Freen riendo-.