Assasin -BNHA x OC- [Omegaverse] ✓

Capítulo 5

"Había una vez unos reyes, quienes estaban a la espera de su tercera hija. Pero está vino cuando su pueblo estaba bajo la mira.

La sangre de aquel Clan y su aroma era tan exquisito que podía cambiar el curso del destino.

Una excusa que al parecer, para los demás, era perfecta para destruir un pueblo entero.

El usurpador fue el primero de sus desgracias. Pero los pueblos de Syndesi, fueron la principal de ellas.

Se puede decir que es un alivio o una desgracia, que Syndesi: la tierra sagrada, siempre tenga un az bajo la manga.

Una niña en medio de la desgracia."

-¿De que carajos estas hablando?- la pregunta resono entre las paredes del cuarto, haciendo que el rubio frunza el ceño, sin dejar de olisquear el aire.

Luego este se volteo hacia la Assasin. Sus ojos rubíes eran una combinación de ira, esperanza, anhelo y pasión cuando la miraba.

"Maldita Kusari"- penso, indignada. Todo pendía de un hilo y nadie lo veía.

- Tiene tu olor y el mío en una combinación exquisita - comenzó a decir, acercándose a ella - ¿Te estas burlando de mi?- Mei aparto la mirada de aquellos ojos. Unos que sin recordar, si ella dejaba que este mire sus ojos profundamente, sabría que le seria fácil al rubio adivinar que estaba mintiendo.

Que le ocultaba cosas.

Por eso, desde que lo volvió a ver, a evitado posar sus ojos en aquellos rubíes lo más posible. Si dejaba que este la observe con detenimiento, sabría que tarde o temprano los recuerdos tocarían a su puerta. Después de todo, el príncipe Katsuki Bakugo siempre la pudo descifrar.

Siempre fue un libro abierto para el.

- Si - respondió esta con simpleza. Iba a darse la vuelta, pero la mano grande y pesada del rubio la tomo del brazo con rapidez. Haciendo que por el rebote, su distancia se redujera.

La beta de Mei se sacudía con alegría, mientras le pedía por favor que haga suyo a su Soulmate. Su cuerpo extrañaba aquel toque de esas manos que la hacían sentir muchas cosas, pero su cerebro la detenía, haciéndole recordar el porque de sus acciones. El porque debía seguir luchando.

Mientras que el alfa sentía un fuego extenderse en su cuerpo. Nunca había estado tan cerca de aquella mujer, mas toda la información que su cerebro procesaba. Si tenían un hijo, quería decir que se confirmaba su teoría de que eran Soulmates, y si eran Soulmates, aquella mujer era suya.

Sintió sus colmillos doler por la excitación que le provocaba. Quería morderla, dominarla, hacerla suya.

Su alfa aullaba de la emoción.