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Will se fue corriendo en cuánto escuchó la respuesta de ese circo tan horrible para él. Pues desde el día que fue a ese circo tuvo una vibra muy mala, ya que al entrar el dueño del circo no dejaba de verlo, aparte de que le tiraba unas sonrisas horribles. Y sobretodo de como sabía su nombre y tal información de él.

Will iba corriendo a toda velocidad distraído en sus pensamientos que no veía por donde iba, hasta que chocó con alguien mucho más alto que él, solo cerro los ojos ante el impacto, se iba a caer hacia atrás cuando el tipo lo agarro de la cintura antes que cayera.

-Tenga más cuidado, chico lindo.- Hannibal le acomodo su abrigo y le dió unas palmaditas en la espalda.
Will reaccionó y se quitó rápidamente empujando a Hannibal de él.

-¿Me está siguiendo?

-Por supuesto que no. En este parque vienen muchas personas. ¿Por qué razón yo te seguiría a ti?- Hannibal lo dijo casi con una sonrisa a lo que Will la capto y solo rodó los ojos.

-Pues ya se me hizo sumamente extraño encontrarlo a cada rato.- Will lo decía con los brazos cruzados mirando como Hannibal solo sacaba un cigarrillo y lo encendía, tratando de que el humo no llegará a Will.

-Quizás sea el destino, o quizás tu me estás siguiendo a mi.- Este lo dijo con un tono burlón mirando de pies a cabeza a Will.

-¿Yo? Usted está como loco, ni quién quiera ir tras su sombra. Viejo loco.- Will en todo momento no miro a Hannibal, pues no le gustaba el contacto visual, pero claro que sentía toda la mirada de Hannibal puesta en él.

-Will, mírame.

Will negó con la cabeza y Hannibal lo tomo de la barbilla obligandolo a mirarlo,
Will cerró los ojos y le saco la lengua, recibiendo una risita de Hannibal a lo que Will le quitó la mano y se volteó.

-¿Qué quieres de mi?- Will finalmente pregunto y Hannibal apagó su cigarrillo poniendo sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo.

-Quiero que trabajes para mí. Me he dado cuenta que no has conseguido un trabajo.

-No necesito un trabajo viniendo de un loco cómo usted.

-Will, no sabes nada de mi.

-¡Ni usted de mi! Cree que dándome un trabajo olvidaré lo que hizo y vi en el circo ese día, no entiendo cómo es que tipos como usted andan sueltos. Deberían estar pudriéndose en la cárcel.- Will lo dijo muy enojado a lo que Hannibal suspiro.

-Esas personas del circo son malas, por algo las asesinamos. Pero si tú llegarás aceptar el trabajo no tendrás que ver ni participar en nada de eso. Yo te cuidaré.- Hannibal lo dijo con un tono calmado.

-¡No quiero nada de usted!- Will le dió una mirada y luego se marcho ignorando completamente a Hannibal.

-¿Funcionó?

-No. Will es alguien muy necio, pero ya verás que aceptará el trabajo si o si.- Hannibal le acomodo un mechón de cabello a Alana detrás de su oreja recibiendo una sonrisa por parte de esta.

Hannibal conoció a Alana porque ya la había visto un día con Will, pensó que acercándose a ella Will vendría a él.
La buscó y le ofreció un trabajo como maquillista privada de su circo, claro, Alana no sabía lo que hacían en ese circo.

Al principio Hannibal se acercó muy coquetamente a Alana, diciéndole que le pagaría una gran suma de dinero si trabaja en su circo, aparte de que Hannibal era joven, quizás de unos 25 años. Era alguien muy millonario y sobretodo guapo, eso le atrajo a Alana a lo que accedió trabajar en el circo.

Esta fue manipulada por Hannibal, advirtiéndole que si Will no aceptaba el trabajo la iba a matar. Alana estaba cegada con los cariños de Hannibal que solo acepto dejarse manipular por este.

Will iba directo a casa pensando en las palabras que le dijo Hannibal. Aunque necesitará un trabajo jamás aceptaría el que Hannibal le ofrecía. Pues no sé quería volver un asesino y aparte parecía que ese tipo estaba obsesionado, pues se lo encontraba a todas partes que iba.

Esa noche Will quedó pensativo ante las palabras de Hannibal. Prefirió no pensar y enfocarse en la universidad, de igual manera la semana que venía escogían su carrera para cursar todo lo que le restaba de al menos los próximos 4 años.

Hannibal daba cada noche su show como era de costumbre. Asesinando, torturando y jugando con las personas que presentaba en su show.

Ahora sus maquillajes eran más elaborados gracias a Alana y aunque está quisiera ver un show de Hannibal este no se lo permitía. Pues incluso los maquillajes los hacían a las afueras de atrás del circo para que Alana no entrara. Hannibal también le había puesto una tarea, mientras Will no aceptará el trabajo Alana se tenía que encargar de las taquillas, a lo que no se negó, pues recibía una que otra caricia de Hannibal.

Hannibal presentaba muy bien cada uno de sus shows, iba bastante gente, unos muy emocionados por el show, otros aterrorizados.

En uno de los shows empapó a todos los invitados de sangre, lo que fue algo sumamente emocionante para unos, para otros no.

El circo de Hannibal recibía muchas demandas por homicidio pero Hannibal estaba sumamente preparado que no encontraban ni una pista, pues igual Hannibal impedía el ingreso de todo tipo de dispositivo electrónico dentro de su circo.

Las demandas que le hacían a este eran bastantes que el FBI dejó de responder a tal demanda del circo. Pues cuando investigaban el circo o a los empleados no encontraban absolutamente nada. Aparte de que Hannibal siempre llevaba consigo el tema de que el circo venía de familia, pues era de su padre.

Era un experto en manipular a la gente. Sobretodo cuando se trataba del FBI, eran tan estúpidos que incluso podría realizar un asesinato en sus narices y estos creerán en las falsas palabras de Hannibal.

"Mi padre fundó este gran circo desde que yo era muy pequeño, es un gran honor tener el privilegio de ser dueño de este. No entiendo porque tantos falsos rumores sobre mi circo. Me rompe el corazón."

Hannibal decía tales palabras con un sentimiento, casi llorando. Pues siempre funcionaba a la perfección con la policía.

Idiotas, pensaba Hannibal.

Blood Circus (Hannigram)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora