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-¿Quieres trabajar para mí?

¿Qué? ¿Trabajar para el? ¿De dónde rayos salió? ¿Cómo sabía esa información?
Will tenía tantas preguntas que se quedó mirando fijamente a Hannibal a lo que este quitó su sonrisa y levantó las cejas.

-Espera, has dicho que... ¿Yo trabajé para ti?- Will reaccionó y habló rápidamente recibiendo un asentimiento por parte de Hannibal a lo que Will solo frunció el ceño.

-Vaya a buscar a alguien más que le quiera complacer sus placeres. ¡Viejo cochino!- Will le dió una patada a la llanta del auto y se fue corriendo a su casa.

Hannibal se quedó ofendido ante el comentario pues no lo quería para tener ese tipo de trabajos con el, se dispuso a marcharse. Pronto Will vendría a el.

Cuando Will llegó a casa aventó la mochila al suelo y recibió un regaño de su madre a lo que la levantó rápidamente y la puso en el sofá.

-Will, te he dicho mil veces que no tires la mochila al suelo. ¿Paso algo?- Su madre le preguntó acomodando la mesa.

-Mamá, solo estoy algo estresado. La semana que viene tenemos que escoger la especialidad y yo no he podido conseguir trabajo. No puedo encontrar uno.- Will respondió quitándose sus lentes y guardandolos en su bolsillo.

-Entiendo, por eso ya me quedaré hacer horas extra en mi trabajo. Tú no te pongas así por un trabajo, ya conseguirás uno querido.- Su madre le tomo del hombro y le dió unas palmaditas a lo que Will solo hizo un puchero y asintió.

Will y su madre se dispusieron a comer, que aunque Will comió en la universidad la verdad esa comida no estaba tan buena como la de su madre. Luego de un rato terminaron de comer, Will recogió los platos y los lavo. Mientras su madre se iba a descansar un poco. Cuando Will termino subió a su habitación e hizo tarea, minutos después se quedó dormido en su escritorio.

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-Will, querido, toma mi mano y vayamos lejos de aquí. Escápate conmigo.- Un hombre con el rostro borroso le extendía la mano mientras Will solo susurraba un "no quiero ir contigo" tomando la mano del tipo, que al momento de tomarla fue cortada a la mitad por el hombre que se reía a carcajadas.

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-!No!- Will pego un grito y se cayó de la silla a lo que se paró rápidamente y reaccionó, había soñado.

-Que mierda de sueño, eso me pasa por ver series de asesinos y por culpa del circo ese.- Will se quejo haciendo una mueca.
Termino sus deberes y también se dió un baño.

Eran aproximadamente las 8:30 p. m. cuando un auto de color negro estaba parado frente a la casa de Will, el sujeto miraba por la ventana como Will iba de un lado a otro en su habitación. Will sintió un escalofrío y entró un fuerte viento por la ventana, este se asomo y luego la cerro.
Hannibal tuvo una leve sonrisa y se marcho.

Will estaba viendo su celular cuando este comenzó a vibrar, era su amiga Beverly, Will dió un suspiro de pereza.

Tuvo dificultad para responder la llamada, con los ojos entre cerrados por el sueño.

-¡Will, arréglate que en 1 hora pasamos por ti!- Beverly lo dijo gritando haciendo que Will alejará un poco el celular de su oreja.

-Beverly, no tengo muchas ganas de salir, estoy que me muero del sueño.- Will lo dijo con un bostezo recibiendo un grito de queja por parte de Matt.
Este solo cortó la llamada, apagó el celular y lo dejo en su mesita de noche, quedando completamente dormido.

Hannibal andaba rondando por las calles de la ciudad buscando una estrategia para que Will aceptará algún puesto de trabajo en su circo, sabía que ese muchacho era débil, pero no tan débil como pensaba. Y es que lo quería trabajando en su gran circo, pero un trabajo no tan pesado para el, pues desde que lo vio ese día en su show se perdió completamente en su mirada, con sus ojos verdes azulados y sus rizos tan alborotados. Algo dentro de el decía que ese adolescente tan lindo se vería perfecto en su circo.

Blood Circus (Hannigram)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora