Capítulo 03

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—Despierta, dulzura—Una rica voz murmuraba al oído de Jimin.

El suave sonido llegaba profundamente a su interior. El hombre que hablaba representaba todo lo que Jimin quería en un hombre. Solo tenía que ser cuidadoso de no mostrarlo. Era demasiado pronto para estar tan apegado. Solo habían pasado unos meses desde que Jimin vio por primera vez al sexy Dom y solo unas semanas desde que Jungkook sabía acerca de él.

No debería de sentirse de esta manera.

Le gustaba estar en casa de Jungkook.

Tragando sus nervios, Jimin lentamente abrió un ojo. La imagen que llenó su vista hizo que su media erección matutina se llenara completamente.

—Buenos días.

—Buenos días. Es tiempo de ir al gimnasio—Jimin gruñó lo que le valió una palmada en el trasero.

—Sin excusas. Cuerpo sano, mente sana.

—¿Eso es lo que dices para levantarte a esta espantosa hora de la mañana?—Murmuró Jimin. Un terrible pensamiento invadió su mente

—Eres una persona matutina— le acusó. Jungkook se rió

—No te veas tan horrorizado, eso no es el fin del mundo—Jimin subió los cobertores hasta su cabeza. Estaba casi consolado al descubrir que su amante perfecto tenía una incorregible falla.

—¿Por qué sigues en la cama?—Mierda. Jungkook estaba usando su voz de Dom. Gruñendo, Jimin bajó los cobertores y vio a Jungkook a los ojos.

—¿No vas a dejarlo ir? No—Jungkook se inclinó y le besó la nariz.

—No y tampoco trates de seducirme con esos hermosos ojos.

—¿Qué con una mamada?—Jungkook se rió.
—Con lo tentador que eso es, tengo algo de control. Vístete.
—Bien.

Jimin no disfrutaba ese juego. Odiaba el ejercicio. Era aburrido y siempre lo dejaba dolorido por días.

* * * *

Jungkook sonrió mientras Jimin entraba en el gimnasio, su mirada iba a todos lados con brillante interés. A pesar de su negación de hacer ejercicio, podía ver las manos de su amante retorcerse por un lápiz. Le gustaba su gimnasio. Era grande y tenía un grupo regular de miembros y estaba cruzando la calle de su apartamento.

—Quizás yo pueda hacer una serie de bosquejos en el gimnasio mientras tú haces ejercicio— sugirió Jimin, sus ojos brillaban con entusiasmo.

—Seguro, justo después de tu ejercicio—El ceño fruncido era delicioso. Llegaron al mostrador donde estaba Jisoo, la recepcionista.

—Hola, señor Jeon— dijo Jisoo con una amplia sonrisa, que fue incluso más grande cuando vio a su acompañante.
—Mochi— gritó ella. Rodeó el escritorio y se lanzó a los brazos de Jimin.

Jungkook no estaba complacido cuando su sum la levantó y la giró, mostrando una sorprendente cantidad de fuerza en ese delgado cuerpo. Ellos se separaron justo en el momento en que Jungkook iba a decir algo. Jisoo se giró hacia él.

—Jimin está en mi clase de literatura inglesa. Es la cosa más dulce que he visto. Me hizo una pintura de mi novio para su cumpleaños—Jungkook asintió aunque realmente le importaba una maldita cosa mientras Jisoo dejara de tocar a Jimin. Nunca se había sentido en ese nivel de posesividad antes y lo estaba
asustando un poco.

—Necesito inscribir a Jimin como miembro.

—¡Un miembro!—Los ojos de Jimin se abrieron más.
—¿No deberíamos ver si funciona?.
—Lo hará— Jungkook no le permitió oportunidad de dudarlo.
—Umm— Jisoo miraba de un hombre a otro.

Cortejando al amo Jeon ⊰KookMin⊱ ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora