A quienes hemos sentido la esencia del alma, esperanzados de no convertirnos en recuerdos. A todos los que han podido ser y amado con cada gota de sangre.
Cartas, poemas y fragmentos a Isabell, con quién pude ser.
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“Me sorprende el saber que mi piel desea sentir el tacto de tus manos, lo deseo y me aterra. No me permito esto, no les permito y mi cuerpo lo rechaza.
¿Por qué contigo sería diferente? ¿Qué hay de especial en ti? ¿Qué tiene tu esencia que me hace desearte tanto? Destruye mis miedos, rompe mis patrones, mis reglas y mis creencias. Te aseguro que ahora mismo tengo miedo, sin embargo, si mi ser te siente cerca puedo temblar de dicha.
No debo, no puedo y si quiera debería pensarlo. Que tu tacto toque mi piel, y aún peor... que tu ser se mezcle con el mío.
Me eres un deseo que no debo pedir. Contigo podría no ser diferente, sé que en algún momento me enfrentaría a tu ausencia”.
