A quienes hemos sentido la esencia del alma, esperanzados de no convertirnos en recuerdos. A todos los que han podido ser y amado con cada gota de sangre.
Cartas, poemas y fragmentos a Isabell, con quién pude ser.
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Comprendo cuando dices que la esperarás a ella, y que se te hace difícil dejar de quererla. Yo también te esperaría. Ve y explora otros mundos, espero que tengas claro lo que buscas y no te pierdas en el camino. Yo por ejemplo, tengo claro que te quiero a ti; sin embargo, no me dejaste explorar tu mundo. Ama todo lo que se te fue negado, empéñate en romper las reglas, pasa por el fuego y quémate hasta el alma. Yo te quise, tú me fuiste negada, por ti rompí mis putas reglas, jugué con fuego y se me prendió en llamas el alma. Yo te comprendo, mujer. Cuando callas, si de pronto hablas y me lastimas, si pones entre nosotras la distancia, si te vas y ya no vuelves. Yo, realmente comprendo. Cuando dices que mi mundo no es de tu agrado. Si vienes y me dices que me quieres. Ve, y explora otros mundos, yo comprendo incluso si tu búsqueda se vuelve eterna. Y si en todas esas vidas deseas solo encontrarla y reconocer sus ojos, créeme yo comprendo. Yo deseo en todas ellas también encontrarme con los tuyos.
