CAPITULO 18. La verdad

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—      ¿Las cosas no se pueden poner peor?

Exclamó para sí misma. La lluvia no paraba, el frío era intenso y la hora era demasiado tarde, además de la intensa oscuridad que asechaba la noche.

Violet pensó no una, ni dos, sino cientos de veces en escaparse de la casa. Tenía tiempo, oportunidad y fuerza, pero en aquella casa había suministros, medicina, y etcétera.

—      Ah... mierda.

Violet no dudó más. Tomó una bocanada de aire y fue directamente hacía una de las puertas de atrás, la cual daba dirección en toda el área verde del bosque fangoso. El sonido de la lluvia era demasiado ruidoso y fuerte, las gotas de lluvia cayeron sobre la tela de aquella camisa que tenía puesta. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, haciéndola estremecer del miedo.

Volteó a ver hacia atrás, necesitaba tomar ese valor, y lo hizo.

Volvió a escapar. Solo que, esta vez, no había piedras por el camino, era solo hierba, hierba suave y mojada por la lluvia, los arbustos y árboles la cubrían un poco de la lluvia. Violet se abrazó a sí misma, consolándose ella sola. Violet quería recuperar su vida, su paz, su familia.

Mientras Violet escapaba de Leo, el mencionado aún seguía torturando a aquel tipo, cortandole y arrancándole la piel como si fuese un cerdo, solamente que, el cerdo no podía sentir el dolor, pero aquel hombre sí.

—      Bien, dentro de unos trece minutos vas a morir desangrado. Te quitaría toda la piel, pero ... mierda, estás muy gordo, así que. Muérete desangrado. —Comentó con alegría, como si de una broma se tratase.

El sonido de una puerta cerrándose con fuerza -gracias al viento- provocó un sobresalto en Leo.

—      ¡La puta que te parió! —exclamó aquel joven, pero luego recordó que—: ¿Violet? —Llamó.

El corazón de Leo estaba a mil por hora, los nervios lo consumían, la ansiedad lo trastocaba. Caminó con rapidez hasta la puerta. Y gritó:

—      ¡Violet!

Pero nadie respondió, ni siquiera vio a alguien por ahí en el camino, el bosque estaba tan oscuro que apenas alcanzaba a ver las hojas sobre la hierba.

Leo salió de la casa en busca de Violet otra vez. Solo que esta vez, sin arma en mano. La misma sensación que Violet sintió al ser tocaba por la lluvia fría y pesada, le pasó a Leo.

—      Puta madre...

La lluvia mezclada con el clima de la temporada estaba para morirse, no por nada era época de gripe y catarro.

Leo caminó, no, mejor dicho, corrió en dirección recta, siendo la luna la única luz que le alumbraba el camino. El sonido de las hojas siendo quitadas del camino era lo suficientemente ruidoso como para asustar a Violet, quien, ya estaba lo suficientemente lejos como para esconderse.

Del lado izquierdo de Violet, había un río, un poco profundo, y completamente helado. Violet no dudó, y se sumergió dentro de aquel río, sintiendo como el paralizaba su cuerpo, pero esto no la detuvo, se sumergió completamente dentro de aquel río, evitando la vista de su presencia. Escuchó unos pasos acercarse, generándole una presión en su cuerpo y la aceleración de su corazón.

Era Leo quien la estaba buscando, eso lo sabía.

Violet estaba dando su mayor esfuerzo para aguantar un poco más la respiración y no moverse, pero aquella sombre se detuvo en seco, generándole pánico, si aquel chico se metía al agua para buscarla, no tendría a donde más ir, y estaría presa de nuevo.

THE HELL IN THE HOUSE  © coffin4nao            | CANÍBAL • TERROR | TERMINADA✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora