30. Confesión

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Las fuerzas de Taehyun se debilitaban cada vez más, cada suspiro era doloroso, cada palabra que intentaba soltar era frustrante pero el dolor físico no se podía comparar con el dolor de su interior, pensar que estaba en esa situación por una simple venganza, por algo que él ni siquiera sabía que había hecho, ¿de qué se le acusaba? ¿qué habían hecho él y Beomgyu para merecer eso? no lo sabía y a decir temía.

Cada vez era más difícil mantener los ojos abiertos, no podía, tenía sed, dolor, cansancio y temor, ¿acaso nadie acudiría a ellos? ¿acaso así sería su final?

Beomgyu suspiró con pesadez al ver el estado de Taehyun, su pobre novio estaba tan débil, Beomgyu temía que este abandonara el mundo debido a ello. Las lágrimas de Beomgyu se hicieron presentes al ver a Taehyun en tal estado, no podía seguir viéndolo así, no podía soportarlo.

—¡Ayuda! —gritó con desesperación.

Necesitaba gritar, pedir ayuda y salir con Taehyun de ahí, pero las cosas no serían tan fáciles, todo estaba mal, no podía hacer nada más que gritar y ver a su novio debilitarse poco a poco, además de escuchar las risas de quienes los tenían.

—No gastes tus fuerzas Beom, nadie te va a escuchar.

Beomgyu negó, con desesperación volvió a gritar, no se rendiría nunca.

—Si algo aprendí de ti es que no me debo de rendir fácilmente, seré tan insistente como tú, sé que no tienes fuerzas pero estoy seguro de que si las tuvieras estarías haciendo lo mismo que yo así que voy a gritar el doble, gritaré por ti y por mí.

Taehyun sonrió con la cabeza hacia abajo, se sentía orgulloso al saber que Beomgyu había aprendido algo bueno de él, no rendirse era de las cosas por las que más se caracterizaba y saber que la persona que amaba estaba haciendo lo mismo le agradaba, hacia que su corazón tuviera un poco de felicidad.

—Grita Beomgyu, dí mierdas de Soobin por mi.

Beomgyu sonrió y asintió, con una sonrisa en el rostro se preparó para gritar.

—¡Pinche Soobin cara de mierda, eres tan cobarde que no pudiste hacer un trabajo limpio, tuviste que amarrarnos para vengarte porque sabes que si no estuviéramos amarrados Taehyun te ganaría como siempre! ¡Estúpido Soobin no eras más que una rata apestosa que no puede hacer las cosas por su propia cuenta y tiene que obligar a descerebrados como tú a hacerlo! ¡Soobin idiota trompa de pescado eres tan idiota que no sabes que Yeonjun solo quiere tu puto dinero que por cierto Taehyun dobla! ¡Y Yeonjun idiota! ¡Pinche puta de mierda que deja que todo el mundo le meta el pito!

En eso unos pasos se hicieron audibles, Beomgyu dejó de gritar y sin borrar su sonrisa se mantuvo firme para ver a quien se acercaba. Los pasos cada vez se escuchaban más fuertes y no solo eso, eran pasos rápidos.

Era Soobin, llevaba consigo un palo, con rapidez alzó el brazo junto al palo y luego azotó el cuerpo de Beomgyu quien al instante soltó un grito de dolor.

—¡No! —gritó Taehyun, no podía soportar ver eso.

Soobin rió al ver la desesperación de Taehyun.

—Pensé en pegarte a ti Taehyun pero al final decidí mejor pegarle a Beomgyu, sé que te duele más. —Volvió a dejar un fuerte golpe en el cuerpo de Beomgyu.

•••

El señor Kang se paseaba de un lado a otro en su despacho, aún no tenía noticias, necesitaba saber de su sobrino, necesitaba ayudarle y a decir verdad también necesitaba salvar a Taehyun, no podía abandonarlo, a pesar de no ser su hijo tenía que admitir que sentía algo de aprecio por él, a pesar de ser fuerte y cruel con Taehyun, él señor Kang lo vió crecer desde pequeño, desde que nació Taehyun estuvo bajo sus cuidados y aunque Taehyun era el fruto de un engaño también era fruto de la mujer que siempre amó.

My personal pilot [Taegyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora