8. Galletas

144 21 4
                                    

Sentado en el centro del al armario
mirando la cantidad de cosas raras que había encontrado en "sus" cajones. Primero había sido ese dildo rosado que había tirado a la basura hace tres minutos, después una rara botella con líquido brilloso y con olor a chocolate, unos calzoncillos rojos de hombre bastante ajustados y un extraño objeto plateado que ni siquiera sabía que era.

Todo eso estaba dentro de una pequeña cajita dentro del cajón con su ropa interior, para ser exactos a un lado del dildo.

Una punzada de dolor llegó a su cabeza, cerro los ojos y se recargo contra la pared esperando que pasará. Tenía pensado darse un baño, comer algo y después jugar un poco con Lucas y quizá más tarde hablar con Bakugou. Después de todo aún le ponía nervioso la profunda y penetrante mirada color rubí.

Bajo a la cocina con solo unos shorts grises y una playera blanca holgada. El día de hoy Bakugou tendría que cambiar sus vendajes (puesto que él no podía hacerlo solo) y eso le ponía un poco ansioso.

Bajo las escaleras lentamente, había
escuchado el timbre de la casa hace unos minutos y tenía curiosidad por saber quién había ido a visitarlos, pues varios de sus amigos de UA habían mandado pequeños obsequios disculpándose por no haber ido a verle apenas salió del hospital, pues tenían mucho trabajo o sus horarios no ajustan, prometiendo visitarlo después.

— Tardan demasiado, quiero que lo encuentren y se pudra en prisión.

Escucho la voz de Bakugou, sonaba molesto.

—Las cámaras de seguridad lo observaron huir por las alcantarillas.

Midoriya también estaba presente.

No han logrado dar con él, tenemos su automóvil y la dirección de su casa, pero no ha pisado ninguno de esos lugares. Ya hablamos con la familia y amigos, pero presiento que tal vez alguno de ellos podría estar ayudándolo. — dijo Izuku y Katsuki le dio un puñetazo a la pared.

—Ese bastardo casi mata a Shoto. —
respondió irritado y bastante molesto.
—Habla con la familia otra vez, hazles saber que cualquier ayuda los convierte en sus cómplices y que enfrentan el mismo grado de culpa y castigo.

— Lo haré. — respondió Midoriya. — ¿Cómo esta él? ¿Recuerda algo?

—Lo hace.

¿Qué? Él no lograba recordar nada, ¿Qué mierda estaba diciendo Bakugou? ¿de qué recuerdos estaba hablando?

¿Enserio? ¡Eso es genial Kacchan! ¿Qué es lo que recuerda?

Katsuki bufó.

—No hablo de recuerdos como tal, me refiero a sus acciones. Cuando nosotros adoptamos a Lucas tuve que enseñarles a ambos como se jugaba a las escondidas. —dijo y Shoto se sorprendió. — Él me dijo que de niño jamás tuvo tiempo de jugar a ese tipo de juegos con sus hermanos, pero el otro día simplemente comenzó a hacerlo cuando Lucas se lo propuso.

Shoto se recargo contra la pared, aturdido y abrumado por lo que el rubio acababa de decir. Era cierto, el jamás había jugado a las escondidas ahora que lo recordaba, jamás tuvo la oportunidad de hacerlo niño, pero el otro día lo había hecho de una manera tan sencilla, como si estuviera en su cerebro programado.

— Puede que solo sea su maldita memoria trabajo. — suspiro, quizá sonaba estúpido, pero se había emocionado cuando le pregunto a Lucas si él le había explicado como jugar y este negó.

—Quizá así recupere poco a poco la memoria. No pierdas la fe. —respondió con una sonrisa.—debo irme.

— ¿No quieres verlo?

Recuerdos// BakuTodo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora