—¿Necesitas ayuda para cambiarte? — pregunto Fuyumi, los estudios de Shoto habían sido realizados está mañana y lo acababan dar de alta.
—No, yo puedo solo. — dijo mientras se levantaba de la cama — ¿Dónde está mi ropa?
— Bakugou la trajo está mañana, está en esta bolsa — dejo sobre la cama una bolsa blanca con las pertenencias de Shoto —Saldré de la habitación para darte privacidad.
— ¿Dónde está él?
—Está en recepción firmando el papeleo y pagando la cuenta.
—Bien. -— dijo y Fuyumi salió de la habitación, Shoto abrió la bolsa y reviso lo que había dentro. Saco la playera blanca holgada, un pans negro y unos tenis grises de la bolsa junto con un par de calcetas y unos calzoncillos.
Se desabrocho la bata y está cayó al suelo dejándolo desnudó, tomo los calzoncillos y se los coloco rápidamente. Tomo la playera, era de tela suave y lo suficientemente holgada como para no lastimarlo. Tardo un poco en colocarse los pantalones, ya que le dolían las costillas de solo agacharse, por último, se sentó en la orilla de la cama, tomo el par de calcetines y se estiró para colocarselos.
—¡Auch!
Una punzada de dolor apareció en la parte inferior de sus costillas, levanto la vista cuando la puerta de la habitación abrió y por ella entro Bakugou.
—¿Necesitas ayuda? — preguntó y Shoto lo ignoro mientras trataba de volver a colocarse los calcetines. Hizo una mueca cuando volvió a sentir sus costillas doler, Katsuki se acercó hasta él y tomo los calcetines.
—No necesito tu ayuda.
—No seas terco, si continuas así
podrías abrirte las puntadas. — dijo y se arrodilló delante de Shoto — Ahora levanta el pie—No
— Solo es un puto calcetín, ahora levanta el pie. —repitió y está vez Shoto obedeció, levantó ligeramente el pie y Bakugou le coloco ambos calcetines con cuidado, después tomo los tenis y de los abrochó. —Listo.
Shoto se mordió el labio para evitar
decirle gracias, doblo la bata del hospital y la dejo sobre la cama.— ¿Puedes caminar o quieres que traiga una silla de ruedas para llevarte hasta el auto?
—Me fracture el brazo y las costillas, no los pies.
— Buen punto.
Katsuki abrió la puerta para que Shoto saliera y caminaron en silencio hasta la recepción donde Fuyumi los estaba esperando. Ella sonrió cuando los miro, dio gracias a las enfermeras y salieron rumbo al estacionamiento del hospital.
— ¿Dónde está el auto Fuyu? — pregunto Shoto mientras buscaba con la mirada el auto que su hermana solía conducir.
—Por allá. — dijo ella mientras apuntaba hacia el BMW estacionado en la esquina del estacionamiento.
— ¿Qué le paso a tu antiguo auto? ¿Lo vendiste?
—No, está en casa Shoto
— ¿Entonces compraste otro? Es bonito y se ve lujoso.
— En realidad no es mío, ese automóvil es de bakugou.
Shoto miro a Bakugou, quien sonrió feliz, pues el bicolor había dicho hace solo diez segundos atrás que su auto era bonito y lujoso.
— Cambie de opinión, es horrible.
Bakugou chasqueo la lengua y se apresuró para abrir la puerta del copiloto para Shoto, y la puerta trasera para Fuyumi.