The Price of Power

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Por lo menos sabía que poder tenía, pero ahora no podía pensar directamente, tenía que despejar mi mente, aunque eso sería imposible, lo último que tenía que perder sería la esperanza, o eso intentaría.

—¿Estás segura de lo que acabas de hacer?

No respondí, no valía la pena responderle, porque él ya sabia la respuesta, literalmente me estaba leyendo la mente y mi mente no puede parar de pensar por más que lo intente.

—¿Te haces la dura, no?

—Cállate estúpido, no sabes nada de mí.

—Claro que sé cosas de ti, puedo leer mentes idiotas.

—Agh! Eres muy molesto, ¿por qué el jefe hubiera dicho que me hicieras tu el tour?

—De verdad, no quieres conocer a los demás, bueno, sería divertido como te humillan.

Mis ojos se abrieron como platos.

¿Dónde me había metido?

Ahora mismo preferiría estar muerta.

Sí, va en serio, por más que alguien me judge, si me suicide fue por algo, ¿no? No fue para divertirme, tampoco fue por mis estúpidos padres ni hermanos, era por mí. Mi mente es mi peor enemigo y además, como me hagan la vida imposible de verdad, prefiero estar muerta, no quiero que después de que me hayan ayudado y tener la suerte (para mí, desgracia) de que me hubieran revivido o salvado tendría que estar agradecida, pero no puedo...

—Ya, claro... —dije, intentándome hacer la dura, por más que mis pensamientos estuvieran expuestos.

—Sabes Adeline, ¿Así te llamas, no? Eres una chica con un poder magnífico pero con una mente de mierda, que lo sepas.

Dijo, el chico educado y respetuoso.

—No me digas, no sabía que tenía una mente de mierda, por algo me había intentado suicidar, ¿no? ¿Te crees que lo hice por diversión? Porque si piensas que si no fue así, como he dicho, no lo hice por diversión, es más fácil decirlo que vivirlo... —dije, intentando que no se me escuchara la voz rota, aunque en la última frase no había tenido mucho efecto.

En cambio, el chico seguía con su expresión habitual, el ceño fruncido, los ojos serios y con una pose como insignificante.

—Di lo que quieras, pero las excusas son solo mierdas, eso no le quita valor a lo repugnante que eres.

—Primero de todo, ¿por qué me odias tanto?...

—No te odio, solo soy realista.

—Ya entiendo por qué la gente odia a la gente como tú.

Between Heroes and VillainsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora