°⿻𝖑𝖚𝖓𝖆: 𝖈𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟐

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Hace unas horas que el grupo había apartado a Kheios, Rayla y Atiana, la peliblanca se sentía desplazada del resto de su grupo pero sinceramente no se arrepentía de haber defendido a la morena. Mientras los demás se preparaban para la misión, los tres elfos estaban sentados en el suelo: Rayla verificando sus cuchillas, Kheios de mal humor y Atiana viendo a la nada.

Rayla de vez en cuando volteaba hacia el grupo de elfos de la luna hasta que una de las chicas la notó. Su mirada no fue nada linda, fue dura y hóstil como si sintiera vergüenza por ellos y eso hizo sentir mal a Rayla.

-Oye. ¿Podría tomar prestada tu cosa afiladora? -preguntó la elfa peliblanca a uno de sus compañeros que se encontraba afilando su cuchilla.

-Piedra de afilar -gruñó el chico.

-Sí, eso.

-No -espetó seco. Rayla no quería hacerlo tan evidente pero en el fondo le dolía ese trato, Atiana lo sabía y se sentía muy culpable.

De un árbol, Runaan y otro bajaron acercándose al nuevo grupo de marginados que se había creado en el equipo, Rayla fue la primera en mirarlo.

-Vengan conmigo -ordenó el líder no muy feliz. Los tres chicos se miraron entre sí y luego lo siguieron, digamos que Runaan molesto no es una bonita imagen.

Duraron unos minutos en silencio mientras caminaban en las espesuras del bosque hasta que Runaan habló dirigiéndose a las dos chicas: -Pensé que podían hacer la misión que les había encomendado, veo que me equivoqué.

-No es así. Podemos hacerlo, solo danos otra oportunidad -dijo Rayla. Atiana sabía que aunque la incluyera a ella no podría asesinar a nadie.

-Sé que no lo han hecho antes. Las traje por su talento, unidas ustedes son invencibles pero ninguna de las dos sabe aprovechar esa fuerza y rapidez. Toma más que eso, hay un instinto. Un momento de verdad y en ese momento, dudan -explicó el mayor deteniéndose en medio del bosque.

-No dudaremos de nuevo -dijo de nuevo Rayla. Runaan la miró inquisitivamente y dirigió su mirada hacia la morena, él sabía que cuando llegara el momento ella sí dudaría.

-Lo harán -sentenció -. Ahora veo que son sólo unas niñas... sus corazones no son tan duros para hacer lo necesario.

-Lo arruinamos, sé que lo hicimos -habló Atiana -. Como dejé ir a ese humano, estamos en peligo pero déjame repararlo, no puedes condenar a Rayla y Kheios por un error que cometí.

-Es muy tarde para eso.

-Hice un vínculo. Mi alma por Xa... -dijo la morena. En el momento que su lanza iba a impactar el piso Runaan la detuvo.

-Y veo que fue un error -sentenció el peliblanco frunciendo el ceño -. Se disvincularán cuando terminemos. Ahora, deben apartarse.

-Le recomiendo que la suelte, Runaan -espetó Kheios, Runaan tardó en hacerlo pero la soltó-. Le recuerdo que mi deber es cuidar a la princesa, si una de sus manos llegó a marcarse en su brazo, espero que sea ambidiestro.

Runaan le lanzó una mirada dura al chico: -Ustedes dos esperarán aquí en silencio. Kheios vendrá conmigo, la princesa puede protegerse sola -Rayla y Atiana se sentaron en una roca bajo la desaprobatoria mirada de Runaan mientras el joven guardia las veía con compasión -. Si no volvemos al amanecer, vayan a casa. Vamos, Kheios.

Runaan empezó a caminar fuera del bosque pero el menor tardó en seguirlo, se acercó a su amiga y a su princesa y les dió miradas compasivas.

-Volveremos -alentó con una sonrisa -. Tal vez después de la misión Runaan esté de mejor humor pero... si no volvemos, quiero que se cuiden y se protejan mutuamente -las dos chicas asintieron desanimadas.

magical love     ;;;        callumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora