Jennie Kim, una reconocida y talentosa doctora es contratada como médica privada para un equipo de Fórmula 1 mundialmente famoso.
Todos en el mundo de la F1 admiran su belleza y habilidades médicas, ganándose la aprobación de los pilotos y técnicos...
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Jennie caminaba desesperada por toda la habitación. Estaba lista hacía media hora y aún no bajaba al salón del hotel. No podía hacerlo, no podía enfrentar la estupidez que había cometido.
"Solo a Kim Jennie se le ocurre aceptar salir con dos mujeres al mismo tiempo", se exclamó a sí misma.
Caminó hacia la puerta y tomó el pomo, dudó unos segundos y retrocedió de nuevo.
Antes de bajar a vivir su pesadilla entre ambas mujeres, sacó su teléfono y abrió el chat que tenía con sus dos amigos.
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Jennie sonrió al ver las respuestas inmediatas de sus amigos.
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La coreana soltó un largo suspiro, acomodó su cabello y bajó hasta el salón del hotel. Sentía que la cabeza le daba vueltas y sus manos sudaban sin parar.
Sus ojos recorrieron todo el lugar en busca de la rubia o, en el peor de los casos, la tailandesa. No sabía cuál llegaría primero, cuál la iba a saludar primero.
Jennie estaba tan nerviosa y concentrada en sus pensamientos que casi pega un grito cuando sintió una mano en su cintura.
"Hola, doctora sonrojos." Para la mala suerte de la coreana, su primer saludo fue por parte de la tailandesa. "Qué alegría ver a la mujer que me salvó la vida."
