Sofía esperó una semana para volver a ver a Dove. Sin embargo, no dio un solo rastro en todo ese tiempo. Se preguntó el por qué de su ausencia y le estresaba no tener una mínima cosa para sospechar.

Una semana aburrida. Nada nuevo. Nada especial. Sus amigas y su novio se habían convertido en algo tan habitual que se estaba empezando a aburrir de su compañía. A pesar de quererlos, necesitaba un círculo nuevo.

No le aportaba nada la compañía de Dilan. Hace un tiempo se comenzó a aburrir de él. No lo dejó de querer del todo, pero sabía que se iba a terminar pronto.

Mientras la clase pasaba, escuchó la puerta abrirse de repente. Dove se mostró con su típico rostro serio y entró sin siquiera saludar.

—¿Acaso no sabe saludar, señorita?–preguntó la profesora.

—Buen día–dijo sin mirarla.

—Buen día.

La joven de piel pálida se sentó y observó la ventana. Sofía le siguió la mirada y no entendía qué miraba tanto. Sólo estaba el patio de la escuela.

La clase pasó sin más, mientras ambas pensaban en la otra. Dove fingió no mirarla. Sofía fingió no sentir su mirada.

Comenzaron a guardar sus cosas e irse poco a poco.

—¿Quieres que te ayude?–preguntó Rowan al ver que Sofía tardaba con sus útiles escolares.

—No, está bien–rechazó su oferta amablemente. Rowan alzó sus hombros y se fue con sus otras dos amigas.

La chica pálida y la morena quedaron solas en el salón.

—Necesitas ayuda–comentó Dove e intentó ayudarla guardando su pequeña libreta.

—No, deja eso ahí–al intentar arrebetárselo, ésta misma cayó al suelo.

Ambas tuvieron como reflejo tomarla. Sofía tocó la muñeca de Dove. Ésta última apartó su brazo rápidamente.

La chica de la libreta se sintió mal. Sintió que le tenía cierto rechazo.

Dove se tensó. Odiaba el contacto físico.

—Lo... Lo siento–dijo Sofía apenada.

—No hay de qué–tomó la libreta rápidamente y la colocó sobre el banco—. Bueno, supongo que estás bien si has rechazado mi ayuda y la de tu amiga–su voz sonaba algo nerviosa—. Hasta luego.

Intentó irse casi corriendo, pero su compañera la tomó del brazo.

—Aguarda–Dove giró para verla a los ojos. Su mirada piadosa logró tocar un poco su pecho—¿Puedes... Quedarte?–preguntó sorprendida de ella misma. Usualmente, sólo dejaba que se fueran

Esta vez, Dove no se espantó. Sólo se relajó al saber que ella quería que se quede.

—Sí, sí, por supuesto–le sonrió encantada. Sofía podía jurar que se había robado miles de sus suspiros sin siquiera largarlos.

—Está bien.

El horario de recreo pasó con ellas dos hablando de estupideces. De cosas que casi nadie podría entender. Nadie entendía, por ejemplo, qué hacían esas dos chicas juntas. A simple vista eran muy diferentes.

—Una vez–dijo Dove mientras masticaba—intenté cantar en la ducha.

—¿Y qué sucedió?

—Me emocioné tanto que tragué agua. Casi me ahogo. Me asusté y me caí. Fue horrible–Sofía escupió todo el jugo que estaba tomando, mientras se recuperaba de la carcajada de sólo imaginársela tirada en el suelo. Dove la siguió en su risa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

FAKE || DOFIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora