celos

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Era una noche tranquila en el Hotel Hazbin, y la atmósfera estaba llena de risas y música. Charlie, la princesa del infierno, estaba en la recepción, organizando algunos documentos mientras observaba a los huéspedes disfrutar de la noche. Sin embargo, su atención se centró en un nuevo chico que había llegado al hotel: un demonio apuesto con una sonrisa encantadora y un aire de confianza que lo hacía destacar entre los demás.

Desde la esquina de la sala, Charlie vio cómo el chico, llamado Dante, se acercaba a Vaggie. La mirada de Vaggie, que siempre brillaba al ver a Charlie, parecía iluminarse de una manera diferente al hablar con él.

"¡Vaggie! ¿Te gustaría bailar?", le preguntó Dante con un guiño, mientras ella se reía de una de sus bromas.

Charlie sintió una punzada en su pecho. "¿Por qué tiene que coquetearle de esa manera?", pensó, sintiendo que un torrente de celos comenzaba a burbujear dentro de ella.

Decidida a no dejar que sus inseguridades la dominaran, Charlie se acercó a ellos con una sonrisa forzada. "¡Hola, Dante! ¿Cómo te está yendo en el hotel?"

Dante giró su atención hacia Charlie, sonriendo. "¡Hola, princesa! Estoy disfrutando mucho de la compañía. Vaggie tiene un gran sentido del humor."

"¿Verdad que sí?", contestó Charlie, intentando mantener la calma. "Es una de las mejores cosas del hotel."

Vaggie sonrió, pero Charlie pudo notar que había algo en su mirada que la inquietaba. "Sí, Charlie es genial. Pero Dante también tiene algunas historias increíbles. Deberías escuchar algunas."

"Claro, siempre estoy lista para nuevas historias", respondió Charlie, con un tono que apenas ocultaba su desdén. "Pero, Vaggie, ¿no deberías estar ayudándome en la recepción?"

"Dame un momento, Charlie. Quiero escuchar lo que Dante tiene que decir", replicó Vaggie, sin darse cuenta del fuego que comenzaba a consumir a Charlie por dentro.

Dante, al notar la tensión, decidió avivar las llamas. "Vaggie, si alguna vez quieres salir de aquí, te prometo que puedo mostrarte lugares que ni siquiera puedes imaginar. La diversión está garantizada."

Charlie sintió que su control se desvanecía. "¿Lugares que no puede imaginar?", interrumpió, con la voz más aguda de lo habitual. "¿Te crees tan especial, Dante? Este es un hotel, no una fiesta de verano."

La risa de Dante se detuvo. "Solo estoy siendo amable, princesa. No quise ofenderte."

"Amable, claro", dijo Charlie, sintiendo que el aire se volvía más pesado. "¿Por qué no intentas ser un poco menos... encantador? Vaggie ya tiene a alguien que la aprecia."

Vaggie frunció el ceño. "Charlie, no es necesario que te pongas así. Solo estamos hablando."

"¿Hablando? ¿O coqueteando?", preguntó Charlie, sintiendo que la rabia comenzaba a tomar el control. "Porque si es así, creo que deberías saber que eso no es aceptable."

Dante, intentando mantener la calma, sonrió. "Vamos, no hay necesidad de ser tan posesiva. Vaggie es una chica increíble, y todos podemos ser amigos, ¿no?"

En ese momento, Charlie sintió que su forma demoniaca comenzaba a manifestarse. "¡Amigos! No creo que eso sea lo que quieras, Dante. ¡Te estás metiendo donde no te llaman!"

Con un brillo oscuro en sus ojos, Charlie dejó que su forma demoniaca emergiera. Las sombras comenzaron a rodearla, y su voz se volvió más profunda y resonante. "No tienes idea de con quién te estás metiendo."

Vaggie dio un paso atrás, sorprendida. "Charlie, espera... No es necesario esto."

Dante, al ver la transformación de Charlie, levantó las manos en señal de rendición. "Está bien, está bien. Solo estaba bromeando. No quise causar problemas."

A medida que la presencia oscura de Charlie se intensificaba, las luces del hotel comenzaron a parpadear. "Quizás deberías considerar tu posición aquí, Dante. No todos en el infierno son tan amigables como tú."

"Lo siento, no quise ofender a nadie", dijo Dante, retrocediendo lentamente. "Solo estaba tratando de hacer amigos."

"Amigos no coquetean con la novia de otra persona", declaró Charlie, su voz resonando con poder. "Ahora, es mejor que te vayas antes de que me enfade de verdad."

Dante, sintiendo el peso de la amenaza, dio un paso atrás, levantando las manos. "De acuerdo, me voy. No quiero problemas."

Mientras él se alejaba, Charlie comenzó a recuperar su forma normal, el fuego en su interior apagándose lentamente. Vaggie se acercó a ella, preocupado. "Charlie, no necesitabas llegar a ese extremo."

"Lo sé, pero no puedo evitarlo. No quiero perderte, Vaggie", admitió Charlie, sintiendo el peso de su vulnerabilidad.

Vaggie tomó la mano de Charlie, mirándola a los ojos. "No vas a perderme. Te elegí a ti, y eso no va a cambiar."

Charlie sonrió suavemente, sintiendo que el amor de Vaggie la envolvía como un manto cálido. "Lo siento por dejar que los celos me controlaran. No quiero que eso se interponga entre nosotras."

"Está bien. Todos tenemos momentos de inseguridad", dijo Vaggie, acariciando la mejilla de Charlie. "Pero siempre seré tuya."

Con un suspiro de alivio, Charlie abrazó a Vaggie, sintiendo que la noche había tomado un giro inesperado. "Gracias por quedarte conmigo.

~one shots chaggie~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora