A comienzos del año 2020 se estaba esparciendo el rumor de un virus cibernético que afectaba todo aparato electrónico. Muchos científicos del ámbito tecnológico clasificaron a este hecho como algo inusual pero que no era de preocupación, pues, tenía...
A comienzos del año 2020 se estaba esparciendo el rumor de un virus cibernético que afectaba todo aparato electrónico. Muchos científicos del ámbito tecnológico clasificaron a este hecho como algo inusual pero que no era de preocupación, pues, tenían a los mejores ingenieros trabajando en su exterminación. Pasaron los días y este extraño virus había sido erradicado del mundo, o eso fue lo que habían pensado, la nube sufrió una repentina fragmentación y los servidores de las principales potencias del mundo empezaron a fallar.
Pasaron las horas y algunos "influencers" comenzaron a divulgar la llegada de una Pandemia Tecnológica, donde todos los aparatos dejarían de funcionar en algún momento y con ello la humanidad. Según los científicos, la humanidad retrocederá cientos de años en avances tecnológicos, incluso algunos hicieron mención de la época de la prehistoria. Los líderes de todas partes del mundo fueron convocados a una reunión extraoficial en donde se propondría llevar a cabo el proyecto Z, el cual constaba de un pulso electromagnético similar al de una llamarada solar que apagaría todo aparato electrónico durante 6 horas. Donde, solo funcionaria un servidor central ubicado en la sala de junta de las "Naciones por el Mundo"; al momento de la votación el resultado fue unánime, el proyecto Z sería llevado a cabo dentro de los próximos días, cada líder dio un comunicado público explicando que dentro de tres días habría un apagón mundial para poder erradicar a un virus cibernético. Lo que ellos no sabían era que este mal llamado virus actuaría mucho antes que ellos.
Uno de los científicos a cargo del proyecto Z se dio cuenta de un aterrador y preocupante hecho, este virus contaba con libre albedrío al igual que los humanos y se estaba expandiendo a niveles alarmantes, dentro de unas horas la humanidad se quedaría en la oscuridad absoluta e inclusive el servidor central estaría inutilizado, no obstante, lo que desconocían los científicos era que lo peor estaba por suceder.
Ya estoy cansado de tantas noticias respecto al virus. Lo único que han logrado hacer es que la gente caiga en pánico y el desorden social se haga presente- exclamó un muy agotado Sant quien se encontraba en su oficina leyendo las cientos y cientos de noticias del nuevo virus, llamado D-Monster.
Felipe Zantt, es un joven empleado a tiempo completo que últimamente estaba algo aburrido de su cotidianeidad, su vida diaria estaba entornada a su trabajo, que si bien en un principio era su mayor deseo, últimamente ya no se sentía como antes. Había subido de peso, ahora se veía obligado a usar lentes ópticos y ya no podía vestirse cómodamente como solía hacer. Felipe, lo único que deseaba era poder vivir algún tipo de aventura, le gustaría vivir en un mundo de fantasías donde él fuera el protagonista que consigue muchas mujeres, dinero y fama. Así es, Sant amaba esos aspectos de sus animes favoritos, motivo por el que él deseaba lo mismo.
¿Me pregunto a qué hora será el susodicho apagón... ? - Felipe visualizó en la pantalla de su computadora un aviso algo extraño.
"Por favor ingrese al server, por favor ingrese a server"
Dudoso, ignoró el mensaje sin darle mayor importancia, no obstante este volvía a aparecer una y otra vez, intentó cerrar la ventana del aviso pero este no se cerraba, en un descuido, presiono sin querer el mensaje y se desplegó una extraña página web, donde unas grandes letras en azul y rojo le solicitaban que ingresara su nombre y edad. Sin saber muy bien el porqué, Felipe ingresó los datos que le solicitaban y una extraña luz emergió desde su computadora envolviendolo, este cayó preso de pánico mientras gritaba por ayuda, pero por más que intentara moverse su cuerpo no reaccionaba, desde la pantalla volvió a emerger otra luz, pero esta era mucho más pequeña que la anterior, se posó suavemente sobre sus piernas y al apagarse dejó a la vista un dispositivo muy peculiar.
Felipe lo miró cuidadosamente temeroso de que fuera algún tipo de explosivo, pero al percatarse de que este no emitía ningún tipo de sonido se relajo, por ahora, el dispositivo era muy similar a un tamatgocho que tuvo de pequeño, solo que este era de un peculiar color rojo y de forma hexagonal. Desde la pantalla de este pudo leer un muy curioso mensaje.
"Felipe Zantt, 24 años, desde hoy, serás parte de los jóvenes elegidos que deberán de proteger ambos mundos"
¿proteger de qué? - sin darse cuenta, ya podía volver a mover su cuerpo libremente, pero por desgracia, todo su exterior estaba envuelto en caos.
Felipe tuvo una especie de premonición, donde todo a su alrededor se congelaba y las personas iban desapareciendo en pequeñas partículas mientras un grotesco y gigante ser oscuro observaba todo desde lo más alto de la ciudad, a Sant le pareció repulsiva la presencia de esa "cosa" no necesitaba ser una persona sensible para saber que eso era el mal encarnado, nunca creyó en esas cosas del fin del mundo, pero eso que estaba viendo... eso no podía ser simplemente imaginación. Cuando despertó del trance, seguía envuelto en aquella luz, pero aun así pudo observar cómo el mundo a su exterior se iba ralentizando, intentó acercarse a la orilla de su ventana y tratar de avisarles a las personas que transitaban por las calles que huyeron, que estaban en peligro, no obstante no pudo moverse, su cuerpo nuevamente no le respondía, apretó con fuerza el dispositivo en sus manos dándose cuenta que no supo en qué momento lo cogió.
Es momento de irnos, humano - Felipe se quedó helado al escuchar esa robótica voz.
¿Quién eres? - preguntó un muy exaltado Felipe, mientras poco a poco sentía como su cuerpo era absorbido por la computadora.
No es momento de preguntas, necesito salvarte antes de...
Antes de que aquella robótica voz pudiera continuar, una extraña criatura amorfa con alas y de un intenso color dorado se estrelló contra su oficina, dejando una gran nube de polvo a su alrededor.
¡GoldNumemon! resiste -desde fuera entró una especie de hada con una especie de guadaña roja, volando a gran velocidad por alrededor de la criatura.
Felipé se encontraba incrédulo ante lo que veían sus ojos, eran criaturas que nunca antes había visto en su vida. Antes de que este fuera devorado por la computadora, pudo presenciar cómo estas dos criaturas fueron atravesadas por unas enormes garras, desintegrándose en lo que según él, eran datos cibernéticos.
Perfil Digimon
Nombre: GoldNumemon
Nivel: Champion
Atributo: Virus
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
