Luego de que Felipe fuera mandado por los aires en un desesperado intento por salvarlo, este cayó junto a Coronamon en medio de un bosque, perdiendo la conciencia de inmediato al igual que su compañero Digimon. No muy lejos de donde cayeron, un humano de apariencia ruda y sombría caminaba por entre el frondoso bosque mientras un pequeño digimon verde lo seguía por detrás emitiendo pequeños sonidos armoniosos, como si estuviera tarareando alguna canción.
Oye, no te he dicho ya que no debes llamar tanto la atención con tu voz.
Lo siento amo, pero me gusta mucho cantar - le respondió el pequeño digimon mientras apuraba su paso para quedar frente al humano.
Qué haré contigo... - exhaló agotado. Se agachó para tomar entre sus manos al digimon y después colocarlo en la gorra de su largo poleron.
Te quiero mucho amo... - el pequeño digimon se acurrucó en el gorro del humano mientras seguía emitiendo pequeños sonidos hasta quedar completamente dormido.
Me alegro que por fin duermas un poco, Pipimon, has hecho un buen trabajo cuidando de mí- habló para sí mismo el humano, haciéndole cariño en la hoja que tenía sobre su cabeza, sabiendo que eso lo relajaba.
El humano ajustó sus lentes antes de continuar con su camino, intentó recordar por donde vió caer ese extraño objeto. Su llegada al Digimundo no había sido de las más acogedoras, de hecho, nada había sido acogedor desde el día anterior...
*Sant Choi es un respetado docente de la facultad de artes de la Universidad de su ciudad, con ascendencia coreana por parte de su padre y latina por parte de madre, siempre fue considerado un joven atractivo y muy llamativo. A sus 24 años ya era el encargado de toda la facultad y generalmente era la mente creativa de varias presentaciones para artistas de renombre, es una persona que cuida mucho de su apariencia y suele cambiar el color de su cabello constantemente, llevandolo ahora algo corto de un color negro con algunas mechas rojas, dándole un aspecto oscuro pero brillante, cómo lo suele llamar él. Sant se encontraba en su oficina preparando la clase que impartirá al día siguiente cuando se cortó la luz, ofuscado, intentó buscar alguna linterna o vela por su muy amplia oficina, tropezando con el sillón de cuero que le regaló su madre hace unos meses, después chocó con su librero botando unos pocos libros al suelo y algo que para él, sonó un poco más pesado que un libro, supuso que sería la caja en donde guardaba aquellos recuerdos preciados, como un bonito collar que le obsequió uno de sus hermanos menores cuando logró convertirse en el director de su facultad. Intentó recoger aquella caja pero no lograba encontrarla, en estos momentos era cuando Sant odiaba el tener miopía, luego de tantear durante un buen rato en el suelo, logró encontrar la caja, además del collar y un extraño objeto que no recordaba del todo, se levantó e intentó dejar la caja en su sitio, pero ya convencido de que sería tiempo perdido, se devolvió cómo pudo a su escritorio y se sentó, en esos momentos agradecia que el brillo de su computador estuviera al máximo, así tenía con que iluminar. Al abrir la caja, lo primero que llamó su atención fue un extraño objeto, para él era como una especie de reloj antiguo con una muy particular forma, al centro de este se encontraba una diminuta pantalla, casi imperceptible para él pero a pesar de aquello, veía una criatura muy extraña en el centro de este, era verde y casi se parecía a una verdura que no recordaba el nombre en ese momento.
No recuerdo que mis hermanos me hayan regalado un juguete así.
Mi no ser juguete... - le contestó en un tono molesto la criatura proveniente del dispositivo.
pero que mier...
Necesitamos tu ayuda, debes venir conmigo.
debo estar muy cansado, ya estoy alucinando cosas... - Sant dejó de lado el extraño dispositivo mientras masajeaba con delicadeza su cabeza, todo esto debía ser producto del estrés.
Tú venir ahora, malo está cerca - habló una vez más la extraña criatura.
Antes de que Sant siquiera pudiera responderle, un extraño brillo inundó su oficina cegando por unos segundos su vista, para cuando pudo ver sin problemas alguno vio algo que lo dejó helado. Frente a él se encontraba una especie de portal con la pequeña criatura que hace un rato estaba en ese extraño dispositivo.
Vamos, ven, hay que salvarnos - gritó la extraña criatura mientras arrugaba un poco su ceño.
no entiendo nada, no pienso ir a ningún lugar sin mi familia - le respondió Sant decidido.
De pronto, una fuerte rafaga de viento entró a la oficina destruyendo los libros y muebles que se encontraban ahí, Sant salió volando muy cerca del portal mientras miraba con horror como la pared de su oficina se caía a pedazos y una extraña criatura entraba en ella.
Pipimon, necesitas llevarte al humano ¡ahora ya!
El extraño ser, parecido a un pony pero con una muy peculiar armadura y unas muy pequeñas alas a sus costado había ingresado a su oficina.
Lo siento humano, no tengo mucho tiempo para explicar la situación de ahora. Sólo ten por seguro que tu familia estará bien por el momento - habló la criatura mientras se acercaba a Sant, este atemorizado intentó huir, pero la criatura comenzó a tararear una desconocida canción que le hizo sentirse seguro-. Soy un digimon, y ese pequeño verde será tu amigo de ahora en adelante, toma el digivice y entra al portal ahora.
Como si de una orden se tratase, Sant se levantó cómo pudo del suelo y espero que la criatura le dijera que era un digivice, pero antes de siquiera preguntar, el digimon con su hocico le acercó el extraño dispositivo que había dejado sobre el escritorio y este lo tomó, de inmediato y sin dudarlo mucho entró al portal y en cosas de fracciones de segundos, ya se encontraba en un frondoso bosque junto a la criatura verde de recién.
Mi nombre es Baluchimon, disculpa haberte hecho daño recientemente con mi ataque, pero debía de protegerte de los enemigos. Pipimon, por favor cuida muy bien de él, lo necesitaremos. Nos veremos pronto humano.
Sant quería preguntarle qué sucedería ahora, que sería de él en ese mundo, que estaba sucediendo, sin embargo, se percató que el portal se estaba cerrando rápidamente sin dejarle la opción de volver a su oficina, o mejor dicho, a su mundo.
... ... ...
Hola a todxs y muchas gracias por darle amor a mi historia, cada vez va tomando más forma y si bien al principio va algo lento, todo es por el bien de la trama. Espero que les esté gustando y sigan dándole mucho amor
LessMoon <3
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Digimon Pandemium
FanfictionA comienzos del año 2020 se estaba esparciendo el rumor de un virus cibernético que afectaba todo aparato electrónico. Muchos científicos del ámbito tecnológico clasificaron a este hecho como algo inusual pero que no era de preocupación, pues, tenía...