IV.- Los Cachorros Alfa

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Stiles se dejó caer sobre el sofá de su nuevo loft, los Hale les dieron un edificio para ellos y los demás. Ahí se quedarían mientras estuvieran en Beacon Hills.

— ¿Estás contento, cachorro? — le preguntó Deucalion a su hijo menor. Su esposo y sus otros hijos habían salido al supermercado con algunos de los Betas.

— Sí, gracias por traerme. Stuart es agradable y tierno.

Deucalion rio y revolvió el cabello de su hijo. El menor sonrió y luego vio con diversión a su padre.

— ¿Listo para empezar el plan que teníamos en mente?

— Siempre. — vio el tablero de ajedrez frente a él con diversión — Dejando de lado las reuniones cursis tenemos una misión.

Deucalion se sentó al lado de su cachorro mientras disfrutaba de su copa con vino.

— Así suenas como todo un mafioso.

— Quizás. Somos hombres de negocios, para los humanos. — tomó una pieza — Ahora tenemos una gata que atrapar y un loco que asesinar.

— Acuérdate que son dos locos.

— Papá, esa mujer ni siquiera es una amenaza para mí, solo es una cobarde niña asustada jugando con cosas que no tiene idea. — dijo Stiles con diversión mientras movía otra pieza.

— La verdad me decepciona un poco que mi amiga Thalia ni siquiera se haya dado cuenta de la amenaza en su propio territorio.

— Es porque no esta conectada al Nemeton, la manada Hale es poderosa pero no tiene la meno idea de la conexión de sus tierras. El Nemeton es bastante noble al aceptar eso.

— Que te digo, la verdad no puedo entender a los árboles sagrados y menos como tu lo haces.

— No es tan complicado.

Deucalion bufó.

— Eso piensas, cachorro, pero no todos genios como tú.

— No soy un genio, solo soy astuto.

— Lo que te calme.

*

Dos motocicletas y una jeep azul se estacionaron frente al instituto llamando la atención de todos los estudiantes. La manada Hale de inmediato captaron el aroma del castaño y los otros dos lobos.

Los gemelos se quitaron sus cascos y sonrieron con chulería, Stiles bajó del jeep vistiendo unos tejanos negros, una playera negra y arriba de esta una camisa de cuadros rojos y blancos, unos tenis negros. Su cabello estaba algo desordenado dándole un toque sexy o eso fue lo que su padre le dijo esa mañana.

— Tu hermano es bastante atractivo. — comentó Lydia viendo como su amigo parecía niño pequeño, incluso parecía que tenía estrellas en sus ojos al ver otro.

— Los otros dos también son atractivos. — dijo Danny viendo a los gemelos.

— Me pido uno.

— Yo el otro.

— ¿Cómo? — preguntó Allyson confundida.

— Obviamente se nota que cada uno batea a un lado. — dijo Lydia como si fuera lo más obvio del mundo.

— Es verdad. — dijo Danny bufando.

— Pasa lo mismo con Stiles, él se nota que es gay pero por alguna razón parece inalcanzable. — comentó Jackson mientras acariciaba el cabello de Stuart de manera distraída.

— Alguien le presta atención al cuñado. — se burló Danny.

— Hablan mucho más que los demás humanos, recuerden que podemos escucharlos. — les dijo Aiden con diversión.

Los gemelos se mantenían al lado del castaño, parecían sus guardaespaldas, pero el castaño era mucho más fuerte que esos dos.

— Hola, chicos.

— ¡Hola, Stiles! — saludó Stuart con emoción.

— ¿Cómo has estado, Stu?

— ¡Muy bien! ¿Ustedes se adaptaron bien al loft? ¿Necesitan algo? Oh, ahorita los llevamos a la oficina del director, ahí pueden recoger sus horarios.

Stiles rio levemente.

— Todo esta perfecto, recuérdame agradecerle a tus padres y hermanos. Es un increíble lugar y ayer los chicos y pops fueron a comprar lo necesario. — le dijo Stiles acariciando el cabello del menor.

— Me da gusto, Der usualmente viene a recogernos a la salida. Si quieres de ahí podemos ir a la mansión.

— Eso estaría bien. Solo les avisó a papá y a pops.

Stuart asintió con emoción.

— Oh ellos son los chicos: Allyson, Erika, Boyd, mi prima Malia, Kira, Liam, Corey, Mason, Danny, Scott, Isaac y Lydia. Ya habían conocido a Theo y Jackson.

— Es un gusto chicos, soy Mieczyslaw pero pueden llamarme Stiles y ellos son mis hermanos Ethan y Aiden. — sonó la campaña — Creo que tenemos que ir a clases, chicos ustedes vayan creo que podemos encontrar al director por nuestra cuenta. Los vemos después.

*

— ¿Acaso nadie se ha dado cuenta de que Gerard Argent esta detrás de esto? ¿Qué está en el maldito escritorio? — dijo Aiden furioso.

Los hermanos habían entrado a la oficina del director encontrándose con Gerard Argent teniendo el control total del instituto.

— Al parecer los Argent están más metidos en el pueblo de lo que esperábamos. Esa mujer, la recepcionista es Victoria Argent, la mujer con la que quería casar a su hijo, pero las cosas resultaron diferentes cuando Christopher se casó con Melissa.

— Ellos pertenecen a los Hale. — dijo Ethan recordando a los mayores.

— Scott y Allyson son hijos de la pareja. ¿Ellos sabrán de su abuelo?

— Lo más probable es que no lo sepan, no parece que Christopher les haya hablado de esa parte de su familia, además él lleva años expulsado del clan y siendo parte de la manada Hale.

— Tenemos que estar más atentos. — se quejó Ethan frunciendo el ceño al ver la mirada de Victoria sobre ellos.

— Tenemos el elemento sorpresa: ellos no tienen la menor idea de quiénes somos. — les dijo Stiles con diversión.

— Y para cuando lo sepan será muy tarde. — dijo Aiden de la misma forma.

*

— Los cachorros irán con los Hale después del instituto, también descubrieron a Gerard y Victoria Argent en el instituto. — dijo Dean mirando la información que sus cachorros le enviaron.

— Ellos son inteligentes, van a averiguar que es lo que saben realmente los Hale, claro que sin alertarlos. No necesitamos a la manada como locos por la presencia de los Argent. — dijo Ennis viendo algunos documentos que habían recolectado esos días.

— Son nuestros cachorros, ellos saben que hacer.

— Son los cachorros Alfa, son los mejores. — dijo Deucalion con orgullo mientras para después besar la frente de su esposo.

Sus cachorros estarían bien. 

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