Éxito.

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***

Izuku comenzó a escribir la carta de rechazo de propuesta de matrimonio de Yaoyorozu, la cual decía así:

"Estimada Condesa Yaoyorozu:

Yo, el Príncipe Izuku Midoriya, me dirijo a usted para agradecerle su propuesta. Sin embargo, me veo obligado a rechazarla debido a que ya me voy a comprometer con el Marqués Katsuki Bakugou y mañana nuestro compromiso será anunciado.

Un cordial saludo, Izuku Midoriya."

—Ya terminé.—Anunció el pecoso.

—¿Ah, sí?—A ver qué has escrito.

El alfa le mostró sin problema la carta y el omega la leyó.

"Me da náuseas leer estimada condesa."

Continuó leyendo hasta el final y le dijo a su novio:

—Está bien. Conforme vaya leyendo se le irá rompiendo el corazón. Bien hecho, Izuku.

—Gracias, Kacchan.—Ahora debo dársela al mensajero y luego saldremos de aquí sin que mis padres se enteren.

Bakugou asintió y Midoriya mandó llamar al mensajero real, quien se apresuró a llegar tan pronto como pudo.

—Envíe esta carta urgentemente a la mansión Yaoyorozu, sé discreto.—Dijo el hombre de cabellos verdes.

—Sí, Su Majestad.—Contestó el mensajero real haciendo una reverencia para luego marcharse.

Una vez solos, Katsuki dijo:

—Vámonos, Izuku. No hay tiempo que perder.

—Sí, vamos.

Ambos se pusieron una capa que cubría sus cabezas y salieron del despacho del príncipe por una puerta secreta que los dirigió al exterior por la parte trasera del castillo, donde no había nadie que los pudiera descubrir.

***

Consiguieron dirigirse a la ciudad con éxito caminando el uno junto al otro.

—Izuku, ¿crees que el cura real accederá a esto sin el permiso de tus padres?

—Por supuesto. Yo estoy adquiriendo cada vez más poder, mi posición es muy buena.—Así que no tienes que preocuparte, Kacchan. El plan va a salir bien, ya lo verás.—Le aseguró dedicándole una amplia sonrisa.

El joven marqués quería creerle mas no podía evitar inquietarse ante la posibilidad de que nada saliera como estaba previsto.

"Izuku parece muy confiado pero... ¿Y si se niega el cura real? ¿Qué haremos? ¿Le damos una paliza?"

Bakugou estaría dispuesto a enfrentar a quien fuera, sin embargo, no quería dañar la reputación del alfa.

"Espero no tener que recurrir a la violencia."—Pensó.

Continuaron su camino hasta llegar a la iglesia en la que se encontraba el cura real.

Cuando los dos jóvenes hicieron acto de presencia y algunos de los religiosos que estaban por allí reconocieron al príncipe, se acercaron a ellos.

—Buenos días, Su Majestad, Marqués Bakugou. ¿A qué se deben sus presencias en nuestra humilde iglesia?—Lo saludó uno de los frailes que allí vivían.

—Buenos días, Fraile Shahai.—El motivo por el cual estamos aquí es porque necesitamos ver al Padre Hayashe, ¿sería posible?

—Por supuesto.—Los llevaré hasta su despacho.

—Gracias, Fraile Shahai.

El beta hizo una reverencia y los guió hasta el lugar de trabajo del cura real, que se encontraba bastante apartado del sitio en el que se habían encontrado con el religioso.

"Dice "humilde iglesia " pero este sitio es más grande que la jodida mansión de mi familia."—Pensó el rubio cenizo observando a su alrededor.

Entonces, en un momento dado, el fraile paró en seco y llamó a la puerta avisándole al cura de la presencia del marqués y el príncipe.

>¿Quién es?

—Padre Hayashe, soy el Fraile Shahai. Siento molestarlo pero Su Majestad el Príncipe Izuku y el Marqués Bakugou están aquí para solicitar una audiencia con usted, ¿sería posible?

>Por supuesto, hágalos pasar.

Acto seguido, el beta abrió la puerta del despacho y el cura real recibió a los chicos.

—Buenos días, Su Majestad, Marqués Bakugou. ¿Qué les trae por aquí?

—Buenos días, Padre Hayashe.—No queremos importunarle, pero necesitamos que usted nos ayude a oficializar nuestro compromiso fijando la fecha de la boda.—Dijo el chico de ojos verdes.

El alfa más mayor se sorprendió por la repentina petición y le extrañó que los reyes no estuvieran presentes para avalarlo.

—Con gusto lo haría, sin embargo, ¿Sus Majestades les han dado su aprobación?

—Sí, claro. Ellos están de acuerdo.—Respondió Izuku.

—¿Tiene la autorización por escrito?

—No, no la tengo pero no es necesaria porque ya soy bastante adulto.

—Pues no puedo oficializar su matrimonio sin una autorización de aprobación. Vuelva con una mañana.

El pecoso se tensó mas no permitió que sus emociones lo dominasen y, con la mayor calma posible, trató de convencerlo.

—Padre Hayashe, mis padres están muy ocupados y no pueden permitirse redactar tal documento.—Además, es necesario que sea oficializado hoy mismo, pues mañana está previsto que se anuncie al público. ¿O acaso quiere que la familia real quede en evidencia?

Hayashe se puso incómodo y, después de unos segundos de silencio, respondió:

—Está bien.—Voy por el libro de fechas y veamos las que están disponibles.

La pareja se sintió muy feliz al ver que el príncipe había logrado su obesidad de convencerlo y esperaron pacientemente a que él les dijera las fechas libres.

—Aquí tengo tres disponibles: La primera es el 19 de octubre de este año, la segunda el 4 de enero del año que viene y la tercera el 30 de marzo del próximo año.

El alfa joven volteó la cara hacia el omega y le consultó su opinión.

—¿Qué fecha prefieres, Kacchan?

—Yo preferiría casarme el 19 de octubre, ¿tú cuando quieres?

—Opino igual.—En octubre está bien y sólo quedan poco más de tres meses, de esta manera no seremos presionados por mis padres.

Seguidamente, los novios le comunicaron su decisión y el cura reservó la fecha para ellos, dándoles un documento que acreditaba la fecha de la boda y que había sido sellado por él.

—Muchas gracias, Padre Hayashe.

—No es nada, Príncipe Izuku.—Yo soy un simple siervo a su servicio.

Tras haber logrado su cometido, se despidieron del cura y volvieron al castillo de los Midoriya triunfantes al saber que nadie les impediría contraer matrimonio.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!




¡Conquistaré al alfa! (Dekukatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora